Statistiche web
El tiempo - Tutiempo.net
695 692 764

Sábado, 08 de Noviembre de 2025

Actualizada Viernes, 07 de Noviembre de 2025 a las 22:41:32 horas

Rafael Álvarez Gil Rafael Álvarez Gil

Roldán y la guerra sucia

TA ofrece la columna diaria de Rafael Álvarez Gil

direojed Viernes, 25 de Marzo de 2022 Tiempo de lectura:

A muchos, especialmente a los más jóvenes, el nombre de Luis Roldán (que ayer falleció) les dirá poco. Pero en su momento, a comienzos de los años noventa, era tan famoso en España que era objeto de burla incluso entre los niños en las aulas de los colegios. Y los taxistas hablaban de Roldán. Que te tildarán de ser un Roldán era una auténtica mofa. Y es que él, junto a otros protagonistas, conformaron la retahíla de corruptelas que alumbraron el final del ‘felipismo’. Aquella etapa en la que periódicos como el dirigido por Pedro J. Ramírez (‘El Mundo’) tuvieron su esplendor haciendo de látigo periodístico contra un Felipe González que resistía en el poder mucho mejor de los que pensaron sus contrincantes; y es que a estos últimos que el líder socialista estuviera en La Moncloa desde 1982 ya se les hacía interminable.

 

Roldán tuvo un ascenso vertiginoso aprovechándose de un partido que, de pronto, acaparó todo el poder sin disponer de los cuadros suficientes. Recordemos que, en realidad, fue el PCE el que cargó, en gran medida, con la lucha contra la dictadura franquista tanto desde las fábricas como desde la universidad. La gran victoria en las urnas del socialismo en octubre de 1982, y que laminó políticamente a Santiago Carrillo, hizo que el PSOE tuviera que tirar de todo lo que se le ponía a tiro para ir ocupando las distintas parcelas institucionales en un Estado que, encima, comenzaba su proceso de descentralización con la creación de las comunidades autónomas. Fue en este embrollo en el que Roldán y otros arribistas perpetraron sus corrupciones al calor de un ciclo en el que incidía la larga sombra de los GAL.

 

Subió los peldaños de su carrera política meteóricamente. Roldán fue delegado del Gobierno en Navarra, donde la pugna contra ETA estaba a la orden del día, y se convertiría luego en director general de la Guardia Civil (1986-1993) cuando los que tenían mando en plaza en Madrid eran los ministros de Interior José Barrionuevo y José Luis Corcuera. Y justo en un Ministerio en el que a lo largo del ‘felipismo’ se reprochó el empleo de fondos reservados que sirvieron para que algunos se llevasen un sobresueldo y se enriquecieran ilícitamente.

 

Roldán se fugó y fue detenido en 1995 en el aeropuerto de Bangkok (Tailandia) y es aquí donde entra la participación del espía Francisco Paesa, tan mítico como repleto de claroscuros pero al que se debe, al parecer, que se lograra información sobre ETA cuando le vendió dos misiles antiaéreos que tenían unos sensores de localización. Sin Paesa seguramente Roldán no hubiera vuelto a España. La fortuna acumulada le hubiese permitido vivir ajeno a todo, por mucho que la presión mediática le acorralase en cuanto que González tuvo que emplearse a fondo para evitar que la sangría de desprestigio ocasionada precisamente por el que dirigiese a la Guardia Civil siguiera aumentando; el bochorno era mayúsculo. Con el cambio de Gobierno en 1996, un PP con mayoría simple que requería del concurso de los nacionalismos periféricos, comenzó a apagarse todo aquel relato de Roldán, los GAL y otros misterios propios de las cloacas del poder. Mientras José María Aznar era líder de la oposición le venía bien para amedrentar al PSOE, luego, ya habiendo ganado en las urnas, solo concentró los titulares de la oportuna actividad judicial. Aunque de los fondos reservados, de los GAL, de la guerra sucia en definitiva, aún no se ha reparado todo el daño pendiente. Mucha luz pública queda aún por arrojar.

Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.96

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.