La alcaldesa de Telde

Pocos regidores han concentrado en tan corto intervalo de tiempo (apenas unos años mal contados) tantas acciones concertadas de derrocamiento. A veces se han destapado y han salido a conocimiento de la luz pública y otras han quedado soterradas y en el anonimato de las oficinas de El Cubillo. Carmen Hernández se encontró con un ayuntamiento amenazado por la deuda pública y con un sinfín de sentencias que hizo que los paseos semanales del secretario judicial de turno a las dependencias de la Alcaldía fuese la costumbre. Ella no tenía nada que ver con esos expedientes, pero le tocó hacerles frente como responsable público. Aquel mandato, el transcurrido entre 2015 y 2019, pivotó sobre la Asesoría Jurídica, que tuvo que rescatarla del pacto a toda costa dentro de su margen de gobierno para paralizar la balacera judicial. Sin embargo, entonces otros maniobraron sibilinamente para tenderle una trampa por acción u omisión. A saber, que se embarre y se manche públicamente a la primera edil para esperarla en la bajadita cuando no incluso se estaba maquinando una moción de censura en su contra.

Todo ello tan solo fue la antesala de lo que vendría después, justo tras los comicios de 2019. En aquel momento se evidenció del todo la operación de acoso y derribo en formato de amasijo ideológico multidisciplinar en el que valía lo que fuese (hasta rescatar las temibles sombras del caso Faycán) para desalojarla a ella y a NC. Y ahora las costumbres siguen. La razón es sencilla: Hernández obstaculiza, según ellos, la posibilidad de que NC sea despedida de Telde. Una plaza política muy jugosa que vale mucho por sí misma y también por lo que representa de cara al Cabildo de Gran Canaria.

En 2023 no querrán que NC aumente en concejales y quede cerca de la mayoría absoluta. Cuantos más socios requieran por esas fechas más fácil, según sus adversarios, será repetir la jugada. Los ataques a la alcaldesa lo son a NC. Y si cae Telde cae el resto de feudos a modo de las fichas de un dominó, piensan terceros.

En cualquier caso, la campaña electoral ya ha comenzado en Telde. Y esto implica para NC resituarse e ir preparándose para un periodo en el que algunos querrán (y lo intentarán con todas sus fuerzas) desplegar zancadillas en el camino. Semana tras semana, mes a mes. Y serán de diversa naturaleza y procedencia, tanto de dentro como de fuera del equipo de gobierno. Hernández superó las trabas sobrevenidas de aquel Telde salpicado por un obrar nefasto repleto de varapalos judiciales y ha tomado velocidad de crucero. Y eso molesta a sus opositores. Se ha librado la sociedad teldense de la enorme deuda pública que lastraba sus posibles institucionales, se ha impulsado las guarderías municipales como santo y seña de Telde y la costa se prepara para el embellecimiento y operatividad reverdecida que supondrá tanto el parque de Melenara como la nueva carretera que dará acceso a la zona. Empieza el bombardeo y en NC tocan zafarrancho de combate. Fastidia que Telde prospere. No seamos ilusos: a los que atacan a Hernández eso le es igual, su propósito no es otro que derribarla. NC debe preparase ya para la cita electoral