GREGORIO VIERA
Hay tres elementos que definen las relaciones humanas donde intervienen varias personas, con intereses individuales o grupales: El dialogo, discusión sobre un asunto o sobre un problema alternando las intervenciones; la negociación, tratar un asunto para llegar a un acuerdo o solución y el consenso, acuerdo o conformidad en algo de todas las personas que pertenecen a una colectividad.
Se da la paradoja en nuestra ciudad, que apelamos y por interés general al consenso, cuando no hay diálogo y menos aún negociación. En estos días de incertidumbre, se me antoja cuestionarme las acciones y reacciones que nos ha llevado a una clara y nítida separación en el salón de plenos, entre el gobierno y la oposición, es como si la luna de miel que habitaba entre algunas formaciones política se fueran al traste de sopetón, ¡más lejos de la realidad!.
Lo que ha pasado, es la crónica de una muerte anunciada y no por ello, deja de sorprender las reacciones que se vivieron en el último pleno. No voy a ir a lo accesorio, donde más nos hemos parado, donde más se ha puesto el foco, quitando importancia a una situación que pleno tras pleno se viene sucediendo.
No seré yo quien cuestione la estrategia que cada formación política representada en el salón de plenos realice, ni siquiera, como se ha de conducir, moderar los plenos, allá cada cual con la interpretación que se haga de cómo debe ser la labor estando en la oposición o en el gobierno, para eso está los Reglamentos, pero cuando esas actuaciones afectan al devenir y desarrollo de las sesiones plenarias deberíamos pararnos, reflexionar y hacérnoslo mirar.
No me cabe duda de la utilización partidaria de estos momentos de confusión, a rio revuelto ganancia de pescadores. Se va repitiendo el patrón de quienes pescan y muy bien, en estas aguas embravecidas marcando el paso a la situación política en Telde.
Distintas circunstancias se van emparejando en la política municipal y nada es ajeno a lo que ocurre a nivel local, insular, regional y hasta me atrevería añadir a nivel nacional. Estas cosas no se dan por ciencia infusa, otra cosa es que estemos predispuestos/as a seguir el juego de quienes van marcando el paso.
Si ya sé a priori, que me tacharan de no ser claro como en otras tantas reflexiones porque no pongo nombre y apellidos, pero créanme que los tiene y cuantos, lo que sucede que como toda reflexión personal tengo mis ángeles y mis demonios y reconozco que en algunas ocasiones, más de lo que debiera, me dejo llevar por la emoción y eso hace que vea en determinados círculos la conspiración política.
Sin embargo, la defensa de los principios y valores inculcados, la ideología como fuente de transformación política me lleva a la convicción de dialogar, negociar y consensuar, sin ataduras, sin peaje, poniendo sobre la mesa la capacidad humana de asertividad. El afecto y la emoción, si, como armas que generen confianza, lealtad y sobre todo sosiego ante las adversidades que el día a día nos trae la política teldense.
Me comentaba una compañera del salón de plenos, de otra formación política, que probablemente ésta haya sido la mejor oposición que tuviese un gobierno en Telde en muchísimos años y no lo pongo en duda, pero una cosa ha quedado meridianamente claro, al menos para mi, este gobierno no se merece esta oposición y esta oposición no se merece este gobierno.
Cuando uno no quiere, dos no pueden y eso está ocurriendo continuamente en el salón de plenos, cierto que hay factores que ayudan a estos desequilibrios, a estos juegos de mano, a estos cambios de cromos para posicionarse como fuerza de soporte al gobierno o por el contrario como fuerza que puede desestabilizar al gobierno, unos y otros marcan sus cartas, a veces van de farol pero lo que no hacen o no tienen costumbre de hacer es dialogar, negociar y consensuar, porque saben, que si se quedan al margen de todo ello, estarían abocados a ser residuales, erigirse en mediador dando primero un golpe en la mesa pareciera un acto de autoridad, denota en el fondo lo solo que está uno, o una…
Con la pluma del Faycán.
Gregorio Viera Vega es activista social y concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Telde.


























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