El Ejido clama por el estado del colegio Amelia Vega

TELDEACTUALIDAD
Telde.- Los vecinos del barrio teldense de El Ejido tuvieron la oportunidad esta mañana de plantear cara a cara sus demandas a los responsables municipales. Una comitiva abanderaba la alcaldesa Carmen Hernández se plantó en el local social para escuchar las inquietudes del colectivo vecinal que lidera José Castro y, posteriormente, analizar algunas de ellas en un recorrido a pie por sus calles.

Sin duda, uno de los asuntos de mayor relevancia que se abordaron en el encuentro –al que además de la primera mandataria de la ciudad acudieron el vicealcalde Alejandro Ramos y los concejales Agustín Arencibia y Eloy Santana– fue el maltrecho estado del colegio público Amelia Vega. 

Varias de sus dependencias apuntaladas, deficiencias en baldosas y escalones dañados, paredes descascarilladas, filtraciones de agua cada vez que llueve o una deficiente instalación eléctrica que provoca que constantemente las aulas y demás espacios se queden a oscuras son solo algunas de las cuestiones que se incluyen en el particular y extenso parte de guerra que presenta este centro educativo de Infantil y Primaria ubicado en la parte alta del barrio. Tal es así que la alcaldesa Carmen Hernández considera que es necesario derribar una parte recinto y volver a levantarla.

No es ni mucho menos un secreto que de aquí para atrás se ha descuidado el mantenimiento de las infraestructuras educativas del municipio. El Ayuntamiento de Telde tiene encomendado el arreglo de los pequeños desperfectos, pero en cuanto el problema pase a mayores es el Gobierno de Canarias la administración competente.

Desde el Pacto local van a intentar en los próximos años meterle mano a algunas de las deficiencias que más riesgo entrañan, pero, con solo 100.000 euros para atender a los 33 equipamientos educativos del municipio, solventar de un solo golpe todas las deficiencias se antoja una tarea harto complicada. La solución, explicaba la alcaldesa a los vecinos, pasa por que el Ayuntamiento y la comunidad educativa trabajen de la mano para intentar implicar al Ejecutivo autonómico.

Sota, caballo y rey
Al margen de todo lo anterior, los vecinos incidieron en el incivismo de algunos dueños de perros que no recogen los escrementos de sus mascotas, la falta de seguridad, los baches o la “epidemia” de vertidos de escombros y basura que sufre la ciudad. Problemas todos ellos que son la sota, caballo y rey que la ciudadanía plantea a los mandatarios municipales cada vez que estos acuden a un barrio.

Una calle para Manuel García
Los residentes de El Ejido también aprovecharon la ocasión para pedir el cambio del nombre de la calle García Escámez por el de Manuel García Morales. Un vecino mayor del barrio que falleció hace dos años y que fue el impulsor de las Fiestas de San Pedro.

Por último, y tras compartir un café con los munícipes, advirtieron que el local social requiere una actuación de mejora que incluya la reparación del techo y el tratamiento cromático, solicitaron que el árbol de la plaza sea podado y pusieron de manifiesto la necesidad de realizar mejoras en las aceras como la de la calle de Juan Ismael para evitar la caída de las personas que la transitan en épocas de lluvia. Además, solicitaron cambiar la señalización viaria en el cruce de Diego Sopranis con Ponce de León, que indica el acceso a una calle en sentido contrario.