Telde y su eterno día de la marmota

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Telde.- El concejal socialista Gregorio Viera vuelve a dedicar su espacio de opinión semanal en El mostrador de Ezequiel López para arremeter duramente contra determinados personajes que coexisten en Telde haciéndose pasar por "comunicadores, seudo-periodistas, agitadores de masas y poseedores de la verdad" y que se dedican a "insultar, despreciar y ridiculizar el principio elemental del derecho a decidir quién o quiénes nos representan".  Sin ningún tipo de cortapisa,  el edil se refiere a ellos como "bastardos que se creen iluminados"  y que trata de orientar a la ciudadanía hacia sus "depravadas mezquindades".

Con la Pluma del Faycán

Telde y su eterno día de la marmota

(13/10/2016)

Buenas tardes a todas y todos. Gracias por compartir una tarde más un comentario con otra visión, otros ojos, otra pluma. Hoy, Telde y su eterno día de la marmota.

 
Pareciera que fue ayer, pero se repite continuamente, como mínimo en la última década. Repetimos cansinamente, situaciones, posiciones, dogmas de fe, e inclusive ideas de otros u otras que añadimos a nuestro ADN como si hubiesen sido nuestros toda la vida. Repetimos hasta la saciedad e indefinidamente nuestros algoritmos como si eso nos diese marchamo en nuestros pensamientos o conductas. Telde repite una y otra vez su día de la marmota, o si no, alguien nos tendría que explicar como un día sí y otro también, alborotadores, iluminados de pacotilla, braman por doquier sus postulados como si mensajeros de Hare Krishna se trataran. Su verdad, la única verdad, se abre paso como el día de la marmota. 

 

En varias ocasiones he comentado cómo veo la situación de nuestra ciudad, y no debe ser la única visión, afortunadamente. Eso me deprimiría, pero sí constato que a la menor expresión hablada o escrita de esa visión, actúan como posesos sin rebatir los argumentos que utilizo. No lo hacen, se limitan a comentar bajo seudónimo, claro, algunas cuestiones que planteo a cara descubierta, y esas cuestiones, que pueden gustar más o menos, las planteo desde la firme convicción que entre todas y todos tendremos que sacar a nuestra ciudad adelante. Pero los árboles no dejan ver el horizonte y ante las propuestas, descalificaciones. Ante mi osadía de escribir mis pensamientos, la crítica por criticar pero sin aportar un ápice de cordura ante tamaña desfachatez de quienes quieren manejarnos a su antojo, como antaño.

 

Me niego a ser marioneta de nadie, poner en mi boca lo que tú dices. Eso no se hace así. Seamos responsables de nuestras decisiones. Para bien  o para mal, pero será mi decisión. Algunos pajarracos, los que llevan eternamente en el día de la marmota, nos quieren vender su cuento, sus iluminadas seseras. Intentan orientarnos hacia sus depravadas mezquindades, se hacen pasar por comunicadores, seudo-periodistas, agitadores de masas, seres viles al fin y al cabo, que creyéndose poseedores de la verdad, insultan, desprecian y ridiculizan el principio elemental del derecho a decidir quién o quiénes nos representan.

 

Estos bastardos que se creen iluminados, que los hemos creado nosotros mismos, se rebelan y utilizan todo aquello que la marmota hace: repetir y repetir lo mismo porque creen que al final el tiempo les dará la razón y  saben que la razón hace tiempo que la han perdido. Estos embusteros, en lo público y en lo privado, han sido correa de transmisión de populistas y fascistas.

 

Así nació el nacionalcatolicismo y el nacionalpopulismo, ambos amamantados por el día de la marmota. Con la Pluma del Faycán.