Ojos de Garza también pide por esa boca

TELDEACTUALIDAD

Telde.- Limpieza, poda y piche. Si la pasada semana eran los vecinos de Marpequeña los que pedían a la alcaldesa de Telde un zafarrancho de operarios en sus calles, hoy le ha tocado a los de Ojos de Garza. Amenazados desde hace años por la ampliación del Aeropuerto, los residentes no cejan en reivindicar mejoras en un núcleo donde se siguen pagando impuestos religiosamente.

La líder de Nueva Canarias se hizo acompañar en su recorrido por los concejales Agustín Arencibia, Gregorio Viera y María Luisa Dávila y por el asesor Marcos Monzón. La actual presidenta de la asociación vecinal Roque de Gando, Felisa Almeida; y su antecesora en el cargo, Nuria López, recibieron a la comitiva municipal y pasó lista de todo lo que se debe subsanar en un núcleo cuya población oscila entre los 3.500 y los 4.000 vecinos.

Así, y durante la larga hora de paseo por las calles de Ojos de Garza, los residentes reivindicaron que el consistorio compense de alguna manera el hecho de que el gasto de agua y luz del local social corra por cuenta de los residentes pese a que una parte del inmueble está ocupado por la Unidad de Trabajo Social de la zona.

Desde el colectivo Roque de Gando también reclamaron más limpieza, la poda y mejora de las zonas verdes y un plan de choque integral contra la galería de socavones y baches que salpican las arterias de este populoso núcleo. Especialmente conflictivo es el entorno del consultorio y el camino que conduce a la iglesia de Santa Rita, frecuentado por los lugareños para acudir a misa o a la parada de guaguas y que es, según testimoniaron los afectados a este periódico digital, “un auténtico camino de cabras”.

El cartero siempre llama varias veces

Igualmente, la alcaldesa tomó nota del deseo de mejorar la señalética y facilitar la integración con el barrio de las calles Hespérides, Atlántica y Sol, que carecen hasta de rótulos y provocan más de un quebradero de cabeza a los carteros. También se sugirió lo idóneo que resultaría el vallado de distintos solares que, con el paso del tiempo, han mutado en improvisados estercoleros gracias a la acción canina y a la inacción humana.

En general, Almeida y López apuntaron a la regidora que Ojos de Garza ha estado “desatendido” los últimos cuatro años. Para patentizar el desprecio del consistorio, los anfitriones recordaron cómo en 2012 elevaron un escrito al Muy Ilustre Ayuntamiento de Telde en el que pedían una capa de piche... “y todavía no hemos recibido respuesta”. Ahondando en esta cuestión, aseguraron que tratar con los técnicos de la institución es algo “casino y devastador, como para salir por patas”. Entienden, por último, que la administración local se ha escudado en el futurible derribo del entorno para no acometer las labores deseables de mantenimiento.

Ante todas estas quejas, Carmen Hernández no pudo hacer otra cosa más que anunciar su férrea intención de “dar la cara” y tratar de cumplir con los requerimientos efectuados a través de una hoja de ruta. La presidenta de la corporación alertó de que habrá algunos problemas más fáciles de solventar que otros. Entre ellos, lamentablemente, no incluyó la llegada del camión con el alquitrán porque el consistorio no anda precisamente sobrado de fondos.

La alcaldesa también puso en valor el hecho de que con las concejalías de distrito se va a descentralizar la acción del Ayuntamiento. Dijo, para subir los ánimos, que los ediles de cada zona estarán así más encima de los problemas a resolver.

(pendiente de ampliación)