La Corporación se une con una propuesta que busca garantizar el realojo de la playa de Ojos de Garza

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Telde.- El pleno del Ayuntamiento de Telde ha aprobado esta tarde por unanimidad una moción del PP interesándose por el futuro del barrio de la playa de Ojos de Garza. La formación conservadora quiere que se regule de una vez el procedimiento para garantizar el realojo de los vecinos que tienen sus viviendas afectas por órdenes de demolición de Costas, lanzadas una vez que se ha constatado, años atrás, que los inmuebles ocupan suelo de dominio público marítimo-terrestre.

Los populares sostuvieron en la exposición de motivos que pretenden garantizar el respeto a la propuesta de realojo ideada durante el mandato anterior. Esto es, la ocupación de suelo de Juliano Bonny para, mediante un convenio, reconstruir las moradas afectadas por la piqueta. A cambio, el particular conseguiría la recalificación de terrenos situados en las proximidades para su desarrollo urbano.

La concejala Sonsoles Martín efectuó un repaso histórico sobre este asunto y alegó que ya en 2012 se había reservado la citada parcela. También afirmó que “un error” del anterior gobierno, del que ella misma había formado parte, impidió que la operación cuajara para mayor tranquilidad de los vecinos.

En el turno de debate y réplica, Gloria Cabrera (CC) preguntó al PP si esta era realmente la voluntad de los residentes tras tantos años de incertidumbre, pero quien se mostró más crítico con el texto de los populares fue el actual concejal de Planeamiento, Álvaro Monzón.

El edil de Más Por Telde trató de desmontar el argumentario de Martín. Así, respondió que la sinopsis realizada por la proponente estaba plagada de imprecisiones técnicas. Manifestó que ya en 1986 el primer Plan General de Ordenación del municipio incluía una pequeña leyenda y alusión al Plan Especial que debía regir el realojo del núcleo costero -y no desde 1993, como mantenía Martín-, al tiempo que acusó al PP de no saber abordar un asunto con “cierta complejidad técnica porque no se había dejado asesorar”. En este sentido, Monzón recriminó a los populares por ejecutar una actitud bicefálica, “diciendo una cosa y haciendo otra. Es deplorable que el PP intente politizar este tema”, abundó después de que insistir en las impreciones del escrito y, de paso, lamentar que en la petición se hubiese dejado atrás al caserío de Tufia, también con la espada de los tractores sobre su cabeza.

Monzón sacó la artillería pesada. Recordó cómo en 2011 el PP elevó una propuesta similar a la Junta de Gobierno Local, cuando tenía responsabilidades en el consistorio, y luego no le dio traslado y tramitación en el pleno. El munícipe calificó de “brindis al sol” el convenio que se firmó con Bonny en julio de 2013, vendido con profusión ante los medios de comunicación y la opinión pública y que luego fue “tumbado por la Cotmac”.

¿Hará falta bicarbonato?

Sumándose a la ofensiva, Unidos Por Gran Canaria sostuvo que la petición de los populares era “una paradoja difícilmente entendible”, ya que “en los últimos cuatro años no han sido capaces de hacer lo que hoy proponen”. Su portavoz, Juan Antonio Peña, se preguntó el porqué de este movimiento “ahora que han perdido las elecciones”. Asimismo, lamentó que el partido que ahora lidera Sonsoles Martín “no presentase alegaciones para corregir esos errores”. El edil quiso sintetizar en una frase su parecer sobre la moción: “Es de difícil digestión”, destacó.

Sonsoles contraataca

Martín no se arredró ante semejante andanada. Empezó 'repartiendo' con Álvaro Monzón, a quien acusó de haber protagonizado “una representación cuasi teatral”. De él dijo que no había sido capaz de coger el teléfono y contactar con los vecinos de la playa de Ojos de Garza. Aseguró, en este sentido, que la moción “prácticamente había sido redactada de manera conjunta con los dos presidentes de las asociaciones de vecinos del lugar”.

Entonces entró en juego la alcaldesa. Carmen Hernández reprochó a la formación conservadora el hecho de que pretenda ahora que se corrija en seis meses un error que el anterior pacto no supo subsanar en mucho más tiempo.

Pablo Rodríguez y exconcejal de Urbanismo, se remangó la camisa y se lanzó al ruedo para aclarar que no se había producido error alguno, desmintiendo así a su excompañera de gobierno. A su juicio, la inviabilidad del convenio tuvo su origen en el hecho de que el Gobierno de Canarias no tuviese aprobada previamente la Ley de Armonización Estética que habría bendecido la reconstrucción del núcleo. “La Cotmac no lo aprobó por ello, pero no fue un error ni de este gobierno ni del equipo redactor del Plan General”, se esmeró en reseñar.

Al final, Monzón se ofreció a emitir un voto favorable al escrito si previamente se efectuaban una serie de matizaciones para corregir cuestiones técnicas en el documento y se sentaban en él las bases para hacer que otras administraciones, al margen de la municipal, también colaboren en la búsqueda de una solución a ese problema llamado reconstrucción del caserío de la playa de Ojos de Garza.

Bajo esta premisa, la moción fue aprobada por unanimidad.