Álvaro Monzón: "Telde se vería muy afectado por el cambio climático"

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Telde.- Los nefastos efectos del cambio climático que ya se está produciendo han vuelto a ser noticia estos días. El concejal de Medio Ambiente, Playas, Parques y Jardines y Planificación, Álvaro Monzón, recibió esta semana a Azarug Justel, el joven grancanario que durante 15 días ha participado en la conferencia internacional desarrollada en París sobre este asunto. Respondiendo a una llamada de Radio Faycán, el edil quiso ahondar en la situación que presenta Telde al respecto y en la necesidad de ejecutar y potenciar las campañas de reforestación en el municipio.

El edil de Más Por Telde recalcó lo gratificante que para Justel ha resultado esta experiencia. La invitación que le cursó la organización ecologista Greenpeace a raíz del trabajo hecho bajo su condición de estudiante de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) le abrió esta puertas. Este mismo martes, el joven, de 18 años, expuso sus impresiones en una pequeña mesa redonda a la que acudieron miembros de la citada ONG y del colectivo ecologista Turcón.

El informador Ezequiel López le pregúnto a Monzón al respecto y este confirmó que, de seguir el temido aumento de temperaturas en el planeta, “Telde se vería muy afectado por las lluvias torrenciales, por las enfermedades tropicales y por el aumento del nivel del mar. Por eso hay que ir tomando pequeñas iniciativas, como campañas de reforestación en zonas rurales. También en cuestiones de contaminación lumínica, gestión del agua y mejora del parque móvil con coches ecológicos”, significó.

En esta línea, el responsable público no se dejó en el tintero la viabilidad de trabajar en el campo de la educación y la concienciación en los colegios. “Debemos de saber que, con que sólo aumente dos grados la temperatura, nuestras costas se verían muy dañadas. El nivel del mar arrasaría con las playas de Telde, y por ejemplo el agua llegaría a la calle Américo Vespucio en Salinetas y Melenara. Desaparecerían caseríos enteros”, abundó.

El crecimiento de la masa arbórea fue defendida, por su parte, con vehemencia, pero no obvió el hecho de que “hay proyectos de urbanizaciones que no se pueden dar tan cerca del mar. En La Garita”, especificó a modo de cierre, “el agua llegaría casi 200 metros por detrás de donde hoy lo hace”.