Ayer, el barrio de La Pardilla de San Isidro, en su zona de Ponce, siente en su corazón ver hacer senderos de eternidad a Sisa Gil. Sisa, ha sido un referente de mujer, de esposa, madre.
De vecina solidaria y comprometida con todo lo que hace referencia al Bien Común de este barrio a través de su compromiso socia; generosa en sus momentos de fuerza y salud en la tarea pastoral con un grupo de mujeres en la marcha de la parroquia, y en su papel de madre, educadora entrañable de valores y carácter como cultivadora de entrañable estilo en todos y cada uno de ell@s.
Sisa en sus padeceres, fue siempre una mujer valiente nunca abandonó la esperanza que le sostenía ni tampoco su sonrisa amable, tierna y profunda. Y las puertas de su corazón tan abiertas a su gente, y siempre de par en par a una fe solida y ejemplar como creyente.
Siempre me admiró ese talante y estilo de mujer como también la atención cariñosa y auténtica de sus hijos e hijas para con ella. Ella con su gente ha dejado un legado de ejemplos y testimonios para que mantengamos un sentido y dimensión humana en nuestra vida abiertos alegres y animados siempre como ella Sisa.
Descanse en paz
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