Se secan los viejos laureles de la Plaza de San Juan

ANTONO BENÍTEZ

Los centenarios y emblemáticos laureles de Indias de la Plaza Mayor de San Juan se están secando sin que el concejal de Parques y Jardines le ponga remedio.

Cuando se ejecutó la última remodelación de la singular plaza (en tiempos del alcalde Paco Santiago ) se sustituyeron las deterioradas losetas por un pavimento de imitación a cantería más acorde con un entorno histórico.

Siguiendo un informe técnico del Cabildo, se ejecutó la poda de dichos laureles, haciéndose cuatro aljibes pequeños, uno por cada árbol, para suministrarles abundante agua y abonos semanalmente.

Los brotes no se hicieron esperar, pese a que los miembros del colectivo Turcón formaron una sonora pelotera. Se subieron encadenados a dichos árboles, haciendo todo tipo de duras críticas a los responsables de dicha gestión, al que usted señor don Álvaro Monzón también se sumó.

En varias ocasiones me he dirigido a usted para recordarle el grave problema que están sufriendo estas verdaderas esculturas vegetales , tan cantada en los versos de nuestro insigne poeta Fernando González, pero usted siempre responde con sí, sí, sí y mira para otro lado.

Dada la plaga de mosca blanca que está acabando con la masa vegetal y la sed que están sufriendo y usted está pasando olímpicamente. No sé cóm van a poder subsistir este caluroso verano. Le advierto que si no toma medidas iremos a Medio Ambiente o a donde sea para denunciar tal desidia con lo que de siempre ha sido parte importante de nuestro paisaje urbano.

Pero el colmo de los colmos es cuando manifiesta en los medios de comunicación que, según la ordenanza municipal de Parques y Jardínes, se puede sancionar a las personas que atenten contra el maltrato a los árboles y zonas verdes.

Pues aplíquese el cuento y al primero que habría que aplicar la norma sería a usted. Lo tiene fácil dese una vuelta por los palmerales de Jinámar o por el que fuera el precioso jardín histórico de la Casa Condal que parece que está quemado, los pinos marítimos de Melenera, los dragos de la rotonda de Pérez Camacho, los de la rotonda el Roque, etcétera.

Señor ecologista, para qué seguir, llenaría muchos folios. Se imagina la cantidad de sanciones que habría que aplicarle a usted por todos sus maltratos de dejar morir de sed a tantos árboles del municipio.

Pero sabe usted de quién va a recibir la sanción más importante, del pueblo, pues su concejalía se ve mucho y el pueblo no es tonto.

A ver si el Apóstol Santiago le da las luces necesarias para que sepa que su valoración no se las va a dar los muchos postureos que publique en los medios de comunicación. Se las darán por su gestión, ya que obras son amores y no buenas razones.

Antoni Benítez Sanabria fue concejal de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Telde.