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Telde.- El Gobierno de Telde quiere rehabilitar la neurálgica Fuente de Daora. Y para ello ya ha encargado un estudio técnico que determine el alcance económico que requeriría esta intervención.
Del artista local Bernardino Hernández, se trata de "una obra icónica, cargada de simbolismo y alegorías", según detalla el concejal de Fuentes, Álvaro Monzón (Más por Telde). Su nombre, de origen saharaui, "muestra los fuertes vínculos históricos y solidarios" del municipio con ese pueblo.
Situada entre los barrios de San Gregorio y San Juan, concretamente entre las avenidas de la Constitución y del Cabildo y la calle Poeta Pablo Neruda, esta rotonda tiene un área de unos 43 metros de diámetro, ocupando una superficie de 1.451 metros cuadrados. Y su interior "es un auténtico museo", asevera el edil.
Está formada por cuatro fuentes denominadas Charca San Juan, Charca San Gregorio, Charca La Garita y Charca Los Picachos, nombres que hacen referencia a su ubicación. Entre ellas se encuentran zonas ajardinadas, así como dos cabezas junto a la fuente norte (parte superior), formada por una estructura metálica con acristalado, donde en su interior unas luminarias emiten reflejos de diversos colores.
En sus entrañas (semisótano), se encuentra un depósito de agua con una capacidad aproximada de 280m³, así como un antiguo pozo de unos 70 metros de profundidad.
Fue inaugurada en el año 1997 por el alcalde de entonces, Francisco Santiago Castellano. En marzo de 2015, siendo Héctor Suárez, concejal de fuentes, se reparó la fuente y las luminarias, sin embargo, los problemas estructurales no han permitido su apertura desde entonces.
Con criterios de eficiencia energética
Una de las cuestiones más graves que presenta en la actualidad es la falta de aireación. "Nos han informado que la condensación interior es tan alta que toda la maquinaria se estropea", indica el concejal. Muchos de los elementos interiores metálicos: bombas, tuberías, etc., más del 75% están fuera de servicio. Antes de comenzar a poner nuevos motores, es preciso solucionar la aireación interior de la cavidad subterránea.
La redacción del proyecto técnico de restauración permitirá conocer la dimensión de la nueva obra y así, poder, asimilar su restauración completa mediante subvenciones o cualquier otra fórmula económica que se estudie.
Por otro lado, Monzón quiere que la futura fuente incorpore tecnología de ahorro y eficiencia energética, de tal manera que su huella ecológica sea la mínima.
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