TELDEACTUALIDAD
Telde.- Transitar por la rambla de la calle de Américo Vespucio de Salinetas es una tarea harto difícil sin chocar permanentemente con las ramas de los árboles.
Las ramas de los ejemplares plantados a ambos lados de este paseo central han crecido tanto que cubren toda la rambla formando un pasadizo verde con el que una persona de mediana estatura se tropieza una y otra vez.
Los vecinos se preguntan cuándo el área municipal de Parques y Jardines se va a acordar de que Salinetas también existe y de que sus árboles demandan de forma urgente una intensa labor de saneamiento para eliminar las aves que anidan en ellos desde hace años, creando sus excrementos una costra de suciedad que impide usar los bancos de mampostería, y una poda que acaben con la imagen descuidada que ofrecen actualmente estas especies arbóreas, cuyas raíces han levantado ya tramos enteros del pavimento del paseo.
La situación no es nueva ni la denuncia tampoco, pero lo que clama al cielo es que el Gobierno de Telde tenga abandonado un rincón de su costa que posee bandera azul y es lugar de residencia temporal de muchos extranjeros, que se llevan así una pésima imagen del municipio y de sus gobernantes.




























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