TELDEACTUALIDAD
Telde.- Miles de minúsculos perdigones de plomo esparcidos por el suelo, dentro y fuera del recinto del campo de tiro de Lomo Pollo; montañas de restos de platos de brea, que es un derivado del petróleo, considerado «altamente tóxico»; y un vallado perimetral de seguridad roto por varios puntos. Más por Telde cree que este polígono de tiro es hoy un riesgo para el medio y las personas.
Según publica Canarias7, el partido que lidera el edil en la oposición Juan Francisco Artiles se ha hecho con un vídeo de las lluvias de hace algo más de un año en el que se aprecia cómo la ladera norte del campo de tiro, repleta de miles de perdigones de plomo, quedó surcada por varios torrentes que arrastraron agua y tierra, y por tanto, también esos restos de munición, hasta el cauce del barranquillo de Lomo Pollo, desde cogió rumbo hacia el mar o hasta donde quiso la fuerza de la escorrentía.
Una vuelta estos días por esa misma franja norte del campo de tiro deja ver aún las huellas de aquellos improvisados caideros que, en opinión de expertos consultados por Más por Telde, tuvieron un impacto contaminante sobre todo el entorno.
Artiles y su compañero de partido y también concejal Álvaro Monzón, visitaron días atrás el exterior de estas instalaciones municipales, cuyas canchas gestiona el Club de Tiro Telde, vinculado al exedil de Deportes José Medina, y, de entrada, tocaron con sus propias manos la alfombra de perdigones de plomo que riegan los alrededores del recinto.
Pero también dicen tener constancia, por fotos y por un informe especializado que les han hecho llegar, de que esos restos de munición potencialmente contaminante tapizan todo el suelo que está en la dirección de salida de los proyectiles y que hasta se dispersan por terrenos anexos, donde hay fincas y viviendas, pese a que lo prohíbe la normativa. Es más, el autor de ese dictamen explica que en Lomo Pollo se practican modalidades de tiro con arma larga, sobre todo desde la cancha más situada al este,
que hace que los perdigones acaben en la carretera.
El dato no es baladí porque el plomo es el metal pesado que «históricamente más problemas sanitarios y de contaminación ha causado en el mundo». Es más, el Ministerio de Medio Ambiente ultima una orden sobre suelos contaminados en la que incluye precisamente a los campos de tiro deportivo por el potencial venenoso de la munición de plomo, de ahí que la tendencia en otras infraestructuras similares, que no sigue Lomo Pollo, según MxT, es recurrir a munición menos tóxica (acero o bismuto).
Pero advierten los expertos que no es el plomo el único agente contaminante que usan aquí. También emplean tacos de polietileno pese a que está en desuso por no ser biodegradable, y platos de brea, un derivado del petróleo «altamente tóxico». Restos de ambos los hay a miles apilados entre las canchas de tiro, que son tres, con 15 máquinas de foso olímpico, tiro de hélice y compakt sporting, y el vallado perimetral. ¿El motivo? Las mallas que deben impedir que caigan fuera de las canchas están en el suelo.
Agujeros en la valla
Los ediles denuncian la facilidad con la que se puede acceder a una parte del recinto vedada para las personas. El lado norte del campo, hacia el que disparan los tiradores,
está vallado por seguridad. Cada pocos metros hay un cartel que prohíbe el paso, pero es poco efectivo si cada poco el vallado luce un boquete por donde, por ejemplo, podrían acceder niños o jóvenes.

























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