Jinámar ya vive inmersas en sus fiestas de La Concepción y de la Caña Dulce de Jinámar, después de que el apreciado vecino Antonio Rivero diera esta noche el pistoletazo de salida a las celebraciones con la lectura del pregón en el templo.
Antonio de los Reyes Rivero Artiles, vecino del Valle de Jinámar muy vinculado a la parroquia de La Concepción, como catequista y también como sacristán, cumple precisamente en este 2022 sesenta años de servicio voluntario en a Iglesia de Jinámar. Celador sanitario de profesión, el pregonero compartió con el público lo que para él significan estas Fiestas, que lleva viviendo desde pequeño "con gran emoción y devoción". Y puso en valor la gran cantidad de personas que durante los días grandes, la víspera y el día de la Inmaculada, visitan Jinámar para ver a la Virgen.
Rivero se mostró muy agradecido con el Patronato de Fiestas, Cultura y Deportes La Concepción y La Caña Dulce, del que fue fundador en la década de los noventa, por su elección como pregonero. Y en su texto brindó algunas pinceladas de la historia de Jinámar, haciendo partícipes a los asistentes al significado que para los habitantes de este populoso barrio de Telde tienen los fastos de La Concepción y de la Caña Dulce y también su rico y variado patrimonio. Entre otros bienes, se refirió a los yacimientos de Los Barros, La Restinga, el Llano de Las Brujas o la Necrópolis del Gallego, la Sima de Jinámar, la Casa de la Condesa, la Noria o la Casa de los Peones Camineros. Y relató algunas anécdotas sobre la cultura, personas, comercios y pozos de Jinámar.
El pregonero buceó en la historia para recordar que la primitiva ermita de Jinámar, mandada a construir por Cristóbal García del Castillo, data de la primera mitad del siglo XVI y que la primera imagen de la Virgen de la Concepción venerada en el lugar era una pieza original que fue traída, “con toda probabilidad”, de Flandes, sustituida por la actual escultura adquirida en 1770 por el primer conde de la Vega Grande.
El edificio religioso, precisó Rivero, ha sufrido desde entonces varias reformas ejecutadas en 1586, 1734, 1900 y 1957-1958.
Entiende el pregonero y así lo defendió esta noche que esta construcción religiosa, así como la casa del Caminero, casi colindante con el templo, deberían formar parte del Catálogo de Bienes de Interés Cultural del municipio, “al igual que las propias fiestas de la Inmaculada Concepción y la Caña Dulce, por tener una tradición arraigada y que se remonta ya a varios siglos y porque debe ser de justicia para este humilde barrio de Jinámar”.
Santuario mariano
Propuso también que, dado que 2025 se conmemorará el 500 aniversario de la finalización de las obras de la ermita de la Concepción, se realice ese año un acto conmemorativo por parte del Ayuntamiento de Telde y otros organismos e instituciones y pidió, finalmente, al Obispado que declare a esta iglesia santuario mariano; así como que se corone canónicamente a la imagen de la Inmaculada Concepción de Jinámar, "pues es de justicia".
El pregonero estuvo arropado por decenas de vecinos de Jinámar y una amplia representación de autoridades municipales que llenaban el templo. La alcaldesa Carmen Hernández excuso su inasistencia por problemas de salud.
Texto íntegro del pregón de las fiestas de La Concepción y la Caña Dulce 2022
Programa de las fiestas de Jinámar 20222
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