Podemos y los reinos de Taifas

Podemos ha sido un invento político extraordinario que supo aglutinar el descontento social desde las clases populares y medias en España. Desde su arranque, se está fagocitando con la misma velocidad con la que crecieron, todo esto por errores propios. Una organización a la izquierda del PSOE, necesaria y claramente transformadora, vuelve a cometer los mismos errores del pasado.

El liderazgo del dimitido Pablo Iglesias consiguió aglutinar, con sus aciertos y desaciertos, pero ahora se han quedado huérfanos, por mucho valor que tenga la vicepresidenta Yolanda Díaz, que no ha podido o querido presentar su proyecto, Suma, para las elecciones autonómicas del próximo año y eso tiene sus consecuencias. No lo tenía fácil porque la lucha interna ha conformado continuas divisiones y reinos de taifas, que terminarán en múltiples proyectos políticos que pondrán riesgo su representación política.

En Canarias tienen el mismo problema o aún peor. Podemos Canarias no ha sabido en este tiempo de gobierno, consolidar ningún liderazgo distinguible. Solo le conocemos diferencias internas, cambios continuos en la dirección, divisiones y en ciernes la creación de nuevos proyectos. Esa división del voto de la izquierda y el desgaste le pueden hacer desaparecer del escenario político parlamentario canario.

Noemí Santana que es consejera de Derechos Sociales, que quiere seguir siéndolo, cuestionada por su gestión, sin la secretaría general, pero mandando. Se han ido muchos en el camino, pero la principal división, prácticamente a la mitad, les dejan los seguidores de Mery Pita que ya se han ido. Descabezados en Las Palmas de Gran Canaria y así en casi todas las islas. En Tenerife, Alberto Rodríguez, dicen que anda preparando otro partido para las elecciones, después está Reunir y Unir y lo que ustedes quieran. Vamos que no parece fácil que con este pataje de ciglas y con la norma electoral en la mano, Podemos Canarias, pueda lograr entrar en el parlamento.

Si no logran presentar una única candidatura y un único proyecto la vieja izquierda volverá a ser testimonial y sus dirigentes serán los responsables únicos del descalabro. La división del voto, eso sino merman, solo puede hacer que bajen en representación, al tiempo. En política hay que ser más humildes, menos personalistas y entender que la gente no puede concebir tantos reinos de Taifas. La izquierda tiene espacio, pero no puede ir separada y dando una imagen caprichosa.