Hoy arrancamos temporada y bien que podríamos referirnos a la inflación, esa brutal subida de precios, que algunos oportunistas han aprovechado la crisis de Ucrania para estrangular a la población y vaciarnos nuestros bolsillos y encima sube el precio de las hipotecas variables, pero lo dejaremos para más adelante, tiempo habrá.
Podríamos hablar del espectáculo de Nueva Canarias, que quedó fuera del registro de partidos y nos han dicho sus dirigentes que ellos no tenían ni idea de las resoluciones, toma ya. Aunque aún no han presentado sus cuentas y estatutos. Por lo visto ahora se llaman Nueva Canarias-Bloque Canarista. Pero hoy tampoco toca.
Bien que pudiéramos abrir nuestro Hoy por Hoy El Drago de Ser Las Palmas hablando de la continua llegada de pateras, que sigue subiendo el número y muriendo miles de personas en la travesía, o pasar por la visita a las islas para sus vacaciones de Pedro Sánchez, una vez más. Una visita que dejó titulares, como el rechazo a poner gratis las guaguas como en península, que aquí no tenemos trenes de cercanías. Flipante. Pero hoy no.
Hoy abrimos temporada con un caso realmente sangrante. Se trata de un vecino de Las Palmas de Gran Canaria, Sebastián, sin movilidad alguna, que está encamado desde hace mucho, que le tienen con grado dos de dependencia, mientras ha pedido desde hace mucho una revisión de grado y nada de nada. Que su familia lo atiende en casa y que no pueden ni llevarlo a los centros sanitarios sin ayuda profesional porque en la casa donde vive con su esposa, también con el 65% de dependencia, en el barrio de San Nicolás de la capital, no tiene accesibilidad. Vamos un trato inhumo, sangrante e injustificable, por mucho que diga el presidente del gobierno canario e insistentemente las responsables de la consejería de derechos sociales que han mejorado de forma extraordinaria.
Si nos dijeron que las listas de espera de dependencia habían subido extraordinariamente porque se encontraron miles de expedientes en los cajones, cierto, pero que ellos digitalizaron, cómo es posible que este señor, no tenga el expediente digitalizado, tras 16 años esperando. Aún a día de hoy y desde 2007 no tiene resolución, según muestra su familia. Unos familiares que denunciarán aquí en nuestro Drago en un momento como su expediente lo extraviaron y no lo encontraban, que finalmente lo encontraron por su insistencia y que no está digitalizado. Sebastián es un número, pero sin información alguna sobre su expediente. Una persona que tenía el número 39 desde que entró la ley de dependencia en vigor. De los primeros.
Nadie en su sano juicio puede sacar pecho ante un problema que tiene que ser resuelto de inmediato, como tantos otros. Afortunadamente Sebastián sigue con vida, pero desde hace 16 años, ni el gobierno de Canarias, ni el ayuntamiento, ninguna administración vamos, le ha hecho ningún caso. Esto es pasarse. Esto es demasiado.
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