A los 18 años Pedro Martell partió de La Garita -su pueblo natal- para llegar a Madrid dispuesto a labrarse un futuro como artista. A día de hoy ha logrado esa meta, aunque ese solo ha sido su primer escalón.
Ahora no se pone techo. Tras coger experiencia en varios espectáculos, actualmente actúa en el popular musical de 'Tina, el musical', en la Gran Vía, donde continúa labrándose un nombre como actor, según recoge Canarias7 en su edición de este domingo en una entrevista realizada por Juan Pérez.
-¿Cómo empieza en el mundo de la actuación?
-Me fui a Madrid con 18 años para formarme. No había hecho nada antes y quería aprender. Descubro el mundo de los musicales y me meto en diversas escuelas, donde aprendo de grandes profesionales. A los pocos años consigo mi primer trabajo en el musical de 'Quisiera ser'. Luego entro en otros espectáculos, ya en la Gran Vía como 'High School Musical' o 'Fiebre de sábado noche', hasta que recibo una beca de la prestigiosa escuela The Urdang Academy en Londres donde curso una diplomatura de tres años
-¿Cómo consiguió el papel en el musical de Tina Turner?
-Fue curioso. Vi el musical en Londres hace cinco años y me fascinó. Pensé que nunca llegaría a España, aunque tampoco me veía actuando en él. Hace unos años me enteré de que venía a Madrid, pero yo seguía diciendo que no era para mí. Entonces un día recibí una llamada de la empresa encargada y me dijeron que querían hacerme una audición para conocerme y ver si podía encajar. Yo estaba trabajando para 'Ghost' en ese momento y fui probar suerte. Hice las primeras pruebas hasta que se paró todo por la pandemia. Cuando levantan el confinamiento vuelven a retomar los castings y para mi sorpresa la directora inglesa Phyllida Lloyd me asigna el personaje de Roger Davies, quien fuese el manager de Tina Turner.
-¿Qué significa para usted representar a Roger Davies?
-Es un papel que me gusta mucho porque en realidad me he dado cuenta que es bastante cercano a mí. Lo he hecho mío.
-¿En qué se identifica con él?
-Es bastante entusiasta, vehemente, leal y racionado. Son los rasgos con los que más me identifico de su carisma y por eso también siento que es lo que más le aporto sobre el escenario.
-¿Qué es lo más difícil que le ha resultado del personaje?
-Sobre todo los tempos. Davies es una persona muy entusiasta. En un momento te puede hablar muy rápido, como que de pronto se calma y te habla mucho más despacio. Al principio cuesta cogerle el punto exacto a su energía, pero al final creo que lo he conseguido.
-¿Cuánto tiempo se le dedica a ensayar un show como este?
-Antes de estrenar la función nos dedicamos un mes y medio única y exclusivamente a ensayar toda la obra para que se nos quede grabada. Solo se descansa un día en semana. Una vez comienzan las funciones solo practicamos escenas que se están ensuciando o cuando entra algún actor nuevo en la obra.
-¿Ha adherido algún rasgo de su personaje en su vida personal?
-No me he dado cuenta si se me ha pegado algo, pero sí es verdad que es un personaje que me cura. Algunos días en los que estoy de bajona o que parece que me voy a poner malo, llego al teatro y meterme dentro de Roger me hace coger otra energía y se me pasa todo. Una vez trabajé con una otitis hasta que no pude más, pero es que sentía tanta positividad y energía cuando le interpretaba que se me olvidan todos los males.
-Un musical es muy exigente. Se trabajan hasta tres disciplinas: interpretación, baile y canto. ¿Cómo hace para mantenerse en forma en estos tres aspectos?
-Hay que estar muy preparado mental y físicamente para aguantar ocho shows semanales. Tengo un entrenador personal en el gimnasio para fortalecer sobre todo mis zonas más débiles del cuerpo. Y luego sigo tomando clases de interpretación y de canto que me hacen crecer y reforzar las habilidades más requeridas en mi trabajo. Otra de las cosas más importantes es el descanso. Sin duda, dormir bien es esencial para mantener una voz cuidada y tener energía. También me tomo un extracto de equinácea, propóleo y tomillo que me ayuda a sentirme bien en todos los aspectos.
-¿Qué es Madrid para un artista?
-Es el mundo de las oportunidades para los actores, sobre todo para los nuevos. Yo recomiendo a cualquier artista que se venga a Madrid si su sueño es meterse en este mundillo. Madrid te puede dar mucho si te lo curras. Hay muchas industrias, aunque también una alta competencia.
-¿Hace algo más cuando no interpreta a Roger Davies?
-Participo en el programa de La Isla Misteriosa de Televisión Canaria, donde interpreto al Doctor Williams. Un programa muy interesante, del estilo Cuarto Milenio, en el que se cuentan historias, mitos y leyendas de Canarias.
-¿Cree que hay pocas oportunidades en Canarias para crecer como actor?
-Sí, pero por el simple hecho de que la industria está menos desarrollada por motivos obvios de tamaño y población. Aunque nunca se sabe quién te podría estar viendo. Yo siempre digo que lo importante es estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. Pero crecer artísticamente sí es más fácil si vienes a un lugar como Madrid.
-¿Cuál es su principal meta?
-Hacer cine. Nunca he hecho y me encantaría probar. Quiero seguir con el teatro, que me encanta, pero me apetece trabajar delante de las cámaras. Espero algún día tener esa oportunidad.
-¿Qué echa de menos de Gran Canaria?
-A mi familia. Echo de menos compartir reuniones y momentos con ellos. Me gustaría poder ver crecer a los hijos de mis primos que poco a poco se hacen mayores. He de reconocer que hubo una época, al poco de instalarme en Madrid, en la que no echaba de menos nada mi isla. Iba a Canarias y pocas horas después de aterrizar ya tenía ganas de volver. Con el paso de los años se ha vuelto todo lo contrario.
-¿Viene mucho?
-Cuando puedo me pego una escapada. Cada vez que tengo vacaciones voy o cuando tengo que grabar La Isla Misteriosa.
-¿Qué le falta a Madrid que tenga el archipiélago?
-Muy fácil. Una playa, buen clima y sobre todo su gente. Un poco más de relax del nuestro tampoco le vendría mal a Madrid (ríe). Lo que más me chocó cuando llegué fueron las personas. Hay mucha gente guay y tengo grandes amigos aquí, pero estaba tan acostumbrado al calorcito de los canarios en cualquier parte, que cuando me vine para acá me sorprendió el trato. También me gustaría que la gente de la Península tuviese facilidad para poder viajar a cualquier isla y que puedan conocernos, como nosotros con el certificado de residencia canaria. A nosotros nos sale bastante barato coger un avión para viajar por toda España, pero a ellos les sale muy caro ir hasta allí.
-¿Qué se llevaría de Telde a la capital?
-Unas papas arrugadas y unos buenos calamares que se hagan en cualquier restaurante que esté a la orilla de la playa de Melenara (responde entre risas). En Madrid hablan maravillas de sus bocadillos de calamares, pero a mí no me interesan nada. No tienen nada que ver con nuestros calamares saharianos.
-¿Qué le falta a Canarias que tenga Madrid?
-No le hace falta nada material. La gente que no ha ido a las islas piensan que no tenemos muchas cosas. Pero la realidad es que para ser un lugar pequeño, no falta de nada para vivir. Quizás me gustaría ver más teatros y que se promueva más la cultura, pero poco más.
-¿Piensa volver a su isla algún día?
-Ahora mismo soy feliz aquí, pero no descarto que algún día pueda volver. El tiempo dirá.
























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