Un presidente tranquilo

En un momento clave del mes y del año, ayer entrevistamos al presidente de Canarias y se le vio tranquilo. Tranquilo en lo que tiene que ver con el caso mascarillas, aunque tenga a todo un director del Servicio Canario de Salud denunciado por la fiscalía anticorrupción, y parece confiar en él.

Ahora bien, una cosa es que se tenga confianza en él y en todos los que participaron por la parte del gobierno de Canarias en la operación infructuosa de un millón de mascarillas defectuosas por 4 millones de euros y otra cosa es que haya que investigar hasta el último detalle lo que ahí ha ocurrido, caiga quien caiga.

Decía que tranquilo, también con las encuestas que les hemos adelantado en la Ser, del socio-barómetro que le da a su partido el PSOE la victoria nuevamente en las islas si hoy se produjesen las elecciones. Claro que es una encuesta encargada por el gobierno, concretamente por Román Rodríguez, el vicepresidente a la UNED, así y todo, dijo que la desconocía, pero sí conocía los datos positivos que le dan las encuestas propias de su partido, sin aspavientos, cree que están en una tendencia positiva. Ya veremos porque aún es pronto para saber lo que puede ocurrir, si tenemos en cuenta que nos dijo Torres que no piensa adelantar las elecciones a noviembre, como apuntan los rumores.

Ángel Víctor Torres, recogió ayer aquí dos guantes con reflejos, presentará a la ministra la candidatura de Canarias para ser sede de la futura Agencia Espacial Española, que el cree que no es tarde para conseguir el objetivo y la otra social de otro asunto en el que también nosotros marcamos agenda porque nos preocupa. Hablamos de los dependientes y de un caso simbólico que se comprometió a resolver. Se trata de Miguel Planas, tetrapléjico, que contó aquí que lleva dos años y medio en el hospital insular y el presidente canario se comprometió a resolver esta injusticia para que como gran dependiente pueda vivir en una casa adaptada. Esto no resuelve, ni de lejos, todo el problema de los dependientes de Canarias, son miles los que esperan, pero sí un caso radicalmente duro que por lo menos tendrá a corto plazo final feliz.

A este presidente y a todos, hay que criticarlos porque quedan muchas cosas por hacer y se hacen muchas que no están bien, pero no se le puede negar la serenidad para afrontar las cosas complicadas y el trabajo que demuestra, las notas al final de curso.