Un sector desesperado

El sector ganadero de Gran Canaria es el mayor de toda Canarias, supone más de la mitad de todo el archipiélago. Hoy venimos a hablar mucho aquí del queso, a Infecar, al segundo foro internacional del queso de Gran Canaria, sobre todo de las gentes que lo hacen y también especialmente de los productores de leche.

La cabaña ganadera de la isla y de las islas pasan hoy el peor de los momento. Están desesperados. Venden la leche muy por debajo del precio de lo que cuesta producirla, justo lo que quiere corregir la ley de cadena alimentaria, que se acaba de actualizar, aunque lleve más de 10 años en vigor. Se trata de obligar y sancionar a los intermediarios, cadenas de supermercados, vamos la distribución y a las grandes queserías que paguen lo justo. Dicen estos últimos que no pueden porque los supermercados no lo pagan, pues que lo hagan porque esto es una cadena y si no se cumple a sancionar y quitarles las ayudas.

Ya sabemos que no es sencillo hacer cumplir esta ley porque no es fácil estipular los precios de los costes según el tamaño y las características de cada cabaña. La consejera de agricultura, ganadería y pesca del gobierno de Canarias, se ha comprometido en este programa El Drago de Ser Las Palmas a terminar los precios de los costes y empezar a sancionar, tras tanta insistencia del sector y de nuestra parte, pues a ver si es verdad.

Sino se hace habrá que tomar otras medidas. Se trataría de hacer entender que si no resiste el sector primario, el de la leche, no puede abonarse todo para que sigan trayendo a mansalva leche en polvo de Europa acabando con el sector productor. Se tendría que empezar a poner trabas a la importación, a las ayudas a las grandes industrias queseras que son pocas y llamar a capítulo a los distribuidores que se nieguen. Hay para todos, pero evitando a los glotones.

Las Naciones Unidas repite que los territorios tienen que producir al menos la mitad que lo que necesitamos para comer y en las islas estamos a años luz de ese porcentaje, pues no nos carguemos lo poco que tenemos. Consumir productos hechos aquí genera riqueza y empleo aquí, todo es imposible, pero tan poco como ahora es el suicidio.