¿De qué fiesta hablan?

El presidente Sánchez reunirá de forma extraordinaria a su consejo de ministros este próxima sábado, con el fin de sacar nuevas medidas para paliar las consecuencias económicas y sociales de la guerra de Ucrania.

Y es lo lógico, entre otras cosas, porque las actuales se cumplen el día 30 de junio y porque los precios de los combustibles y de la energía no paran de subir, ya de forma obscena por culpa de la insaciable "mamansa" de los de siempre, petroleras y energéticas. Así de claro y de sencillo. El petróleo está más barato que en 2008 y los precios de la gasolina siguen subiendo y lo mismo con las eléctricas, que están ganando con la que está cayendo, un 47% más. Mientras no se actúe en estos dos mercados estratégicos como han hecho varios países europeos, como Italia, Reino Unido o Grecia, o por la vía de subir los impuestos por beneficios o por la vía de poner tope de precios, nada cambiará. Existe posición de dominio, pero no de una empresa, sino oligopolio.

Mientras, lo que no se puede hacer es, no hacer nada y que se fastidien los más débiles, que es lo que quieren algunos. Vamos a ver, lo que no vale es ese mensaje de la derecha populista de "quién paga esta fiesta", que vienen recortes y curvas y que el mundo se va a acabar porque el gobierno de izquierdas de España ayuda a los más pobres. Pero de qué fiesta hablan de que se ayude a los pobres de solemnidad con una paga de mensual de 300 euros, que ya veremos la medida concreta que aprueba el gobierno este sábado. De qué fiesta hablan, de que se haya actualizado cargo a los precios las pensiones por parte de los socialistas y de Unidas Podemos, de qué fiesta hablan, de los ERTES que aprobó el gobierno de central para salvar a la gente y a las empresas que sino cerraban; de qué hablan de los 1400 millones de euros que se han dado en Canarias para ayudar a las empresas.

Hay que tener mucho cuidado con las expresiones que usamos o repetimos sin meditarlas. No es una fiesta ayudar a un empobrecido, la fiesta está en qué las petroleras y eléctricas se forren, no es una fiesta pagar un salario por pandemia cuando no hay trabajo, no es una fiesta mejorar las pensiones y el salario mínimo, por supuesto que no. Yo entiendo, que haya gente que les guste más unas políticas u otras, eso perfecto, a mí me pasa que creo unas más acertadas que otras, pero de ahí a que invertir en quién no tiene resortes, solo su fuerza de trabajo, o ni eso, eso, eso no es ninguna fiesta, muy al contrario, es un duelo.