Pasando de controles

El tiempo de espera medio de tramitación de los expedientes de dependencia en Canarias, desde que se presenta la solicitud hasta que se resuelve la prestación, es de 943 días, según la asociación de directores y gerentes de servicios sociales. Canarias es con mucha diferencia la peor región del estado, un dramático desastre de incalculables consecuencias personales, familiares, económicas y sociales, para los dependientes y sus familias.

Para que se hagan un idea, el archipiélago supera en más del doble de días la media. Si Canarias tarda 943 días, la media española está en 421, la segunda por la cola está Andalucía que tarda 680 días, casi 300 días menos que nosotros. Si nos fijamos en la mejor que lo hace, que es la ciudad autónoma de Ceuta, donde la espera está en tan solo 49 días para recibir la prestación o servicio para dependientes y la segunda menor es Castilla y León con 117 días, una región pobre y con una población parecida a nuestras islas.

Esta consejera de Derechos Sociales, Noemí Santana, lleva prácticamente 3 años en el gobierno y no ha sabido cambiar radicalmente la gestión, alguna mejora, pero poco significativa y nada más. No solo es una cuestión de dinero y de número de trabajadores, no, es de gestión y también de controlar lo que se hace.

Alguien nos puede contar cuántas auditorías de gestión se hacen en dependencia del gobierno canario, ya ni les cuento en general del gobierno, ninguna. ¿Tiene dependencia un procedimiento de actuación o son reinos de taifas según isla que vives y jefa de servicio? No tienen ni protocolo de actuación, no se hacen las auditorias de gestión para saber qué falla, como mejorar y qué papel juega cada trabajador, un desastre que no se permite en una empresa privada. Alguien es capaz de contarnos los objetivos de gestión, número de personas a atender de media, número expedientes cerrados al mes o al año, cuánto tiempo se tarda en cada expediente, y un largo etc. Nada pasan de constatar qué pasa, por qué no mejoramos considerablemente con más dinero y con más trabajadores, es impresentable.