La reforma imprescindible

A pesar de la polémica en cuanto al voto del diputado del pp, Alberto Casero, que, al parecer, se equivocó al votar a favor de la reforma laboral pactada entre empresarios y sindicatos y que fue auspiciada por la vicepresidenta Yolanda Díaz, hay que decir que la reforma era necesaria e imprescindible. Además de ser un nuevo marco laboral que tenía que sacar este gobierno progresista de España porque se habían comprometido a ello en campaña electoral, y los elementos más importantes de un programa electoral y de gobierno no se pueden dejar atrás para que la política sea creíble.

El difícil acuerdo siempre entre empresarios y sindicatos no contenta a todos del todo y a muchos nos hubiera gustado más, una reforma mayor, que por ejemplo hubiese aumentado las cuantías para la indemnización por despido improcedente. Ahora bien, es innegable que la reforma laboral que se ha hecho mejora y mucho la que dejó el pp de Rajoy, especialmente para los trabajadores. Hablamos de aumentar el salario de muchos empleados porque se pone por delante el convenio sectorial que el de empresa, cuando están por debajo, o porque ayuda a mitigar la temporalidad con los contratos fijos-discontinuos. Es cierto que, quitando los contratos de obras y servicios, queda un problema para las ongs, pero la ministra se ha comprometido a buscar alguna solución para que estas organizaciones que trabajan con proyectos temporales puedan contratar sin ponerse una soga al cuello.

Por tanto, la reforma laboral es buena para el interés general. Nos permite avanzar y no se entiende que la respalden los empresarios y sindicatos y no lo hagan algunos partidos políticos como el pp. Las cosas no pueden salir al 100% pero en este caso se progresa adecuadamente.