Algo falla

GAUMET FLORIDO

Hace varios meses que un joven de Telde, Jazael Quevedo, decidió dedicar parte de su tiempo, o casi todo su tiempo, a ayudar a familias desfavorecidas. Se vio sin trabajo (estaba en un ERTE) y quiso hacer algo provechoso por los demás.

Es cocinero y se le ocurrió que podría contribuir con lo mejor que sabe hacer, que es cocinar. Tanto interés le puso, y tanta demanda tenía, que el número de solicitantes de ayuda le subió varios dígitos. El Ayuntamiento quiso contribuir con su proyecto solidario y le habilitó meses atrás un local para que montara una cocina desde donde distribuir la comida.

Su última acción consistió en un llamamiento público para encontrarle abogado a una joven y a su bebé que viven en una cueva y sin ingresos a los que les urge un trámite judicial que obligue al padre del menor a pasarle la manutención. Su labor es encomiable, al menos así lo veo yo, pero no puedo evitar que su mera existencia, y el buen impacto que está teniendo, me haga pensar en las grietas de un sistema que, en teoría, debería garantizar un mínimo bienestar a todos los ciudadanos.

No quiero aquí dudar de los trabajadores de los servicios sociales públicos, que a buen seguro le ponen tanto empeño o más que Jazael en su labor en pro de los que peor lo pasan, pero es evidente que algo falla

No quiero aquí dudar de los trabajadores de los servicios sociales públicos, que a buen seguro le ponen tanto empeño o más que Jazael en su labor en pro de los que peor lo pasan, pero es evidente que algo falla si en el andamiaje de nuestro Estado del Bienestar tienen que existir personas como Jazael para llegar allí donde no llega la administración.

Puede que sea un problema de excesiva burocracia, o de falta de personal. Ojalá algún día no sea necesario que un hombre o una mujer se eche a la espalda una responsabilidad así. Algo falla en el sistema.

Gaumet Florido es periodista y redactor de Canarias7.