El 8M debe ser ejemplo

RONALD RAMÍREZ

En seis días asistiremos a uno de los debates más recurrentes de los últimos años con el 8M. Realmente ya ha empezado, porque en esta ocasión los de «yo no soy ni machista ni feminista» saben que juegan con ventaja: en medio de la pandemia ninguna aglomeración está justificada. Dudo que hayan tenido a bien, por ejemplo, referirse al acto de Vox de este fin de semana en Sevilla. Ya saben, es el color de la convocatoria el que de determina el riesgo de contagio.

Pero sí, ojalá que se busquen alternativas para celebrar este día con el mismo ahínco de siempre, y sin poner en riesgo la salud de nadie. Encontrar una forma ejemplarizante que retratase a los aleccionadores ideológicos que luego caen en la misma incoherencia, ni dar posibilidad a los cafres que se dedican a ensuciar una protesta digna como en Cataluña. Pero que resuene el grito, porque aún hay mucho que reivindicar.

Durante el confinamiento los casos de violencia de género incrementaron con los maltratadores aprovechando que la víctima no tenía escapatoria

Durante el confinamiento los casos de violencia de género incrementaron con los maltratadores aprovechando que la víctima no tenía escapatoria. Y la desigualdad sigue enquistada en nuestra sociedad con el movimiento feminista como principal bastión para hacerle frente.

No demos opción a réplica a los que se callan con la marabunta que reúnen los toros o cualquier mitin, pero que cargarán contra la negligencia del Gobierno por permitir una manifestación que, como cada año, defenderá los derechos de las mujeres. Porque esta vez tendrán razón, aunque no sea en el fondo, y esta es una lucha que no podemos permitir que quede deslegitimada.

Es hora de utilizar la misma coherencia que rige los principios del feminismo y convertir el 8M en ejemplo. La causa lo merece.

Ronald Ramírez es periodista y redactor de Canarias7 en Telde.