TELDEACTUALIDAD
Telde.- La Casa de la Juventud de Telde es escenario estos días del programa respiro familiar Diviértete sin Barreras, una iniciativa en la que participan 15 personas con necesidades especiales y que pretende mejorar la calidad de vida de estos usuarios y de sus cuidadores en un espacio de ocio adaptado, igualitario e inclusivo, facilitando el descanso y la conciliación de la vida familiar.
El programa, que hoy recibió la visita de la alcaldesa accidental, Celeste López, y del concejal de Servicios Sociales, Diego Ojeda, está impulsado por la Concejalía de Servicios Sociales aunque la financiación, unos 17.000 euros, corre íntegramente a cargo del Cabildo de Gran Canaria.
Ambos munícipes se acercaron hasta la Casa de la Juventud para conocer de primera mano las actividades que se han estado desarrollando desde principios de agosto y que concluirán este viernes, destacando la importancia de que los cuidadores no profesionales y los familiares dispongan de un tiempo de descanso que les permita mantener su vida social, familiar y de ocio, ya que cotidianamente dedican una atención y cuidados continuados a las personas dependientes.
En esta especie de campus llevan a cabo acciones personalizadas, según las característicadas de cada usuario, que inciden en aspectos cognitivos y psicomotrices, pero que también buscan fomentar la sociabilidad de estas 15 personas que cuentan con edades comprendidas entre los 18 y los 60 años. Por un lado, se busca una autonomía personal encaminada al logro de la vida independiente y que comprende el área de hábitos básicos (higiene, vestido-desvestido, control de esfínteres, alimentación), el área motriz (gruesa y fina) y el de la estimulación sensorial (auditiva, táctil, olfativa, visual, gustativa).
Se promueve la comunicación alternativa de manera que aquellas personas con limitaciones expresivas sean capaces de interactuar con expresiones verbales y trabajan en un taller de educación física-deportiva, de teatro, música y baile. También llevan a cabo sesiones de manualidades, juegos de mesa, etc, para conseguir las destrezas necesarias que favorezcan la integración en el entorno y el mantener las rutinas necesarias para el desarrollo de las actividades cotidianas.
Todas estas actividades están coordinadas por un equipo profesional compuesto por cinco auxiliares, una trabajadora social y una integradora social.

































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