Nicolás Castellano 'navega' entre los recuerdos de Melenara y 'reflota' el orgullo de sus vecinos

Telde.- El barrio de costero de Melenara ya vive inmerso en sus fiestas. El reputado periodista de la Cadena Ser Nicolás Castellano abrió hace escasos minutos los festejos populares en honor del Santo Cura de Ars y la Virgen del Carmen con un pregón simpático, cercano, reivindicativo y muy radiofónico, en el que ensalzó el orgullo de quienes se sienten de esta playa y en el que rindió un sentido reconocimiento a sus marinos.

 

Ante más de doscientas personas entre las que se encontraban varias autoridades locales, el mayor de los diez nietos de José Flores Casimiro –conocido como Chele– y Agustina, este periodista de la Ser especializado en migraciones, refugiados y asuntos humanitarios, alabó los encantos de Melenara y de sus gentes, buceando entre sus recuerdos de niñez y adolescencia, época que pasó correteando y haciendo alguna trastada por la playa.

 

Nico, como lo describió su presentador, amigo y también compañero de profesión Gaumet Florido, es “uno de los grandes periodistas de este país”. “Un profesional de los que pisa la calle, se embarra los pies, que pone la cara y que se juega el cuello” para informar en aquellos lugares a donde habitualmente no llega el foco de los medios de comunicación. Y todo ello “desde el rigor, desde el compromiso y sobre todo, desde la pasión”.

 

Entre otros lugares, ha estado en Fukushima cubriendo el accidente nuclear, en el Sáhara ocupado, de donde las autoridades marroquíes ya lo han expulsado en dos ocasiones; siguiendo peligrosos conflictos en otros territorios del continente africano, del que ya ha pisado más de 30 países, o embarcado en el Mediterráneo a bordo de Dignity I, un buque de salvamento de la ONG Médicos Sin Fronteras desde el que narró la crisis de refugiados.

 

Y como buen periodista y hombre de la radio que es, hoy se valió de un guión radiofónico para pronunciar un pregón que tuvo hasta señales horarias y alguna colaboración estelar, y que vino a rendir homenaje a los marinos de Melenara que, como su abuelo Chele, uno de los más veteranos que quedan en la playa, “son el verdadero corazón” de este barrio costero: “Tantas madrugadas a la mar, tantos días de sufrimiento, tanto esfuerzo para sacar adelante a sus familias merecen el reconocimiento de todos nosotros a estos héroes, los marinos de Melenara, siempre solidarios con el que menos tenía o preparados para auxiliar a cualquiera”, apuntó sobre ellos.

 

Nicolás Castellano aprovechó la ocasión para recordar a algunos vecinos de Melenara que ya no están. Fran Santana, el agente forestal que fallecía hace sólo unos días en el incendio de La Palma, Ramón El Canelo, Semi, Ciano, Tito, su abuela Agustina o su tío José, fueron algunos de ellos.

 

Y también a todos aquellos pescadores del barrio que “un día salieron a faenar y nunca más aparecieron”. Tragados por mares y océanos que “hoy son el mayor cementerio del mundo cuando refugiados y migrantes pierden la vida cada día simplemente por querer prosperar, ante la inacción vergonzosa de las autoridades europeas como compruebo habitualmente en mi trabajo”.

 

Y como antiguo vecino de Melenara, “un barrio luchador que no se calla cuando tiene que alzar la voz”, Nicolás Castellano mostró su lado más reivindicativo para pedir a las administraciones implicación en los bloques de viviendas de Los Marinos.

 

“El Ayuntamiento de Telde debe empujar definitivamente al Gobierno de Canarias y al del Estado para que desbloqueen de una vez la construcción de esas nuevas viviendas. Sencillamente porque hace demasiado tiempo que el edificio de Los Marinos, construido hace más de 40 años y donde viven 132 familias, no cumple las mínimas condiciones. Estas familias tienen derecho a una vivienda digna y dejar atrás unos edificios con aluminosis, importantes daños estructurales y un casi inexistente mantenimiento. Que no cuentan con ascensor y que hace imposible la movilidad de las personas con discapacidad o de los más mayores”.

 

“Los marinos de Melenara y sus familias, parte fundamental de la vida de esta playa merecen algo más que promesas, la reposición de esas viviendas deber ser una prioridad de una vez”, advirtió el pregonero.

 

La última parte de su discurso, Nicolás Castellano la dedicó a rescatar sus recuerdos de chiquillo en Melenara. Describiendo estampas marineras hoy ya desaparecidas como la descarga de pescado en la arena, junto al ahora derruido edificio de La Tortuga. Los pescadores remendando sus redes y reparando las nasas. Aquellos días de chinchorro y de calá o los pescados secando en el muelle viejo para luego ser vendidos como pejines o jareas.

 

Además, sirviéndose de la magia de la radio, Nicolás Castellano evocó cómo eran las fiestas populares antaño y revivió aquellas pachangas de fútbol que jugaba con sus compañeros de pandilla y que esta noche contaron con dos narradores de excepción: los también periodistas Francis Matas y Michael Robinson.

 

La comisión de fiestas tuvo un detalle con el pregonero, su presentador, la alcaldesa en funciones, Celeste López, y los ediles Juan Martel y Diego Ojeda. A todos ellos se les entregó también, al final del acto, una camiseta con el logo de las fiestas Melenara Disfruta, que se enfundaron. López regaló el ramo de flores con que fue obsequiada por el patronato organizador al abuelo del pregonero, que estuvo antes, durante y después del acto con las lágrimas en los ojos, preso de la emoción.

 

La noche continuó con la gala de elección de la Reina y Rey de las fiestas, y con el concierto del dúo Santos y Ledes. Para la jornada de mañana sábado está prevista la romería y un baile de taifas. El domingo será el tradicional chinchorro y la varada del pescado.