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Telde.- Además de la central hidroeléctrica reversible entre las presas de Chira y Soria, la posibilidad de incorporarle el embalse de Las Niñas y la previsión de crear una en la cuenca de La Aldea, la revisión del PIO en trámites propone otra entre el depósito regulador de la capital y la potabilizadora de Jinámar.
Adaptándose al fuerte aumento del peso de las energías renovables en la generación eléctrica, sobre todo de la eólica, y teniendo en cuenta que se trata de un recurso energético intermitente, la revisión del Plan Insular de Ordenación (PIO) que prepara el Cabildo propone «un aumento significativo de los valores de reserva de operación para afrontar variaciones bruscas y no previsibles del recurso» mediante nuevos aprovechamientos hidroeléctricos por bombeo reversible, recoge el diario Canarias7 en una información del periodista Jesús Quesada.
Aprovechar los saltos de cotas en Jinámar
En concreto, además del proyecto entre las presas de Chira y Soria que promueve Red Eléctrica de España (REE), al que cabe añadir otro salto de agua desde el embalse de Las Niñas, y de la posibilidad de crear una central entre las presas de la cuenca de La Aldea (Parralillo, Siberio y El Caidero) contemplada en el planeamiento en vigor, la revisión del PIO actual propone «aprovechar los saltos de cotas entre el depósito regulador de aguas de Las Palmas de Gran Canaria y la central potabilizadora» existente en Jinámar.
Sin entrar en detalles sobre la capacidad de las plantas o el presupuesto, la que será la segunda aprobación inicial de la revisión del PIO de 2004 apuesta «en ambos casos», el de La Aldea y el de la capital, por generar la energía eléctrica mediante turbinas movidas por el caudal de agua entre distintas cotas.
Para asegurar el equilibrio hidráulico insular y el correcto reparto de caudales entre los sectores productivos, estas instalaciones «deberán apoyarse en el bombeo y almacenamiento de agua desalada mediante energías renovables» para mantener las reservas acuíferas para otras actividades, principalmente la agricultura.
El Plan se limita a indicar que las instalaciones asociadas a este tipo de centrales «quedarían alojadas en caverna o en elementos edificados existentes, con todos los elementos del circuito hidráulico principal soterrados, a fin de eliminar el impacto visual sobre el paisaje». Así, apunta el documento, no se producen ocupaciones de suelo importantes, salvo casos puntuales, como los accesos, el afloramiento de la chimenea de equilibrio, etc., que «suponen un porcentaje ínfimo respecto al total de la infraestructura».
Por otra parte, la revisión del PIO mantiene que esta propuesta de nuevas hidroeléctricas reversibles se debe complementar con «el reforzamiento de los actuales equipos de arranque rápido para permitir acoplamientos en breves períodos de tiempo sin que se resienta la cobertura de demanda».
Incorporar estas centrales al sistema eléctrico insular permitiría cierta capacidad de almacenamiento de posibles excedentes de energía intermitente y dotar al mix de generación de la necesaria flexibilidad para absorber la variabilidad de la generación no gestionable. Asimismo, le daría más robustez en lo cuantitativo y cualitativo y a la vez menos dependencia de los combustibles convencionales.
Centrales de generadores de 70 MW a medio plazo
La adaptación del PIO de 2004 a las Directrices y a la Ley de Turismo, cuya aprobación inicial se someterá al pleno del Cabildo de junio, propone mantener los dos emplazamientos actuales de generación convencional, Jinámar y barranco de Tirajana, tanto por su carácter estratégico como por su relativa proximidad a los centros de consumo eléctrico más importantes: la capital y el área metropolitana y el Sur.
No obstante, el documento señala que el mantenimiento de estas centrales de producción requiere su sustitución a medio plazo por nuevos grupos generadores con un tamaño máximo aproximado de 70 MW de potencia instalada, debido a las limitaciones de producción total y de la vida útil de los actuales grupos generadores. Además, se trata de generadores de arranque más rápido, idóneos para un siste- ma con un mayor peso de las renovables.
Para los corredores eléctricos, la revisión del PIO sujeta el trazado a los ya existentes o previstos, previendo la compactación y uso compartido de los actuales así como aquellos elementos de protección necesarios para no invadir las servidumbres.
La alternativa de ordenación elegida mantiene que la implantación en Gran Canaria de centrales de ciclo combinado como sistema de generación eléctrica «no ha repercutido en la mejora de la eficiencia ni en el abaratamiento de la producción».
Dos zonas de eólica y solar
Este
La revisión del PIO localiza en la plataforma costera del Este la mayoría de suelos aptos para su aprovechamiento eólico y fotovoltaico. Está cerca de los corredores eléctricos y su superficie sería de 15.400 hectáreas, de las 22.000 que reserva para estos usos.
Norte
La segunda zona de mayor aptitud eólica es el cuadrante noroeste, con condiciones de viento menos estables. Las limitaciones de la red de transporte y distribución energética en esta comarca y su fragilidad ambiental y paisajística son otras dificultades.
Fuente: Canarias7 / Texto: Jesús Quesada.



























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