Telde se pone a la vanguardia en la reparación de coches antiguos y clásicos

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Telde.- Car Home Services, un taller de reparación de vehículos antiguos montado en el Parque Empresarial de Melenara (Las Rubiesas), inauguró esta tarde sus modernas instalaciones con el arropamiento de un nutrido grupo de amigos, familiares, empresarios y autoridades.

El proyecto nace de la idea de dos jóvenes, Gustavo Cabrera y Aythami Díaz, exalumnos del Centro Integrado de FP de Cruz de Piedra (Las Palmas de GC), llenos de ilusión y que cuentan con el importante respaldo del empresario teldense Pepe Dávila. 

Las dos naves del negocio, que ocupan una superficie de más de 1.000 metros cuadrados, llevan varias semanas a pleno rendimiento y no han parado de recibir clientes en España.

El humorista Maestro Florido ofició de maestro de ceremonia en el acto inaugural en el que la cinta simbólica fue cortada por el concejal Juan Martel, en representación de la alcaldesa Carmen Hernández; Gustavo Cabrera, uno de los impulsores de este proyecto empresarial situado en la calle de Simón Bolivar; y el director general de Infraestructuras Turísticas y candidato de CC a la Alcaldía de Telde, Héctor Suárez, y Pepe Dávila, empresario.

Martel dio la bienvenida a esta iniciativa empresarial y elogió a Dávila por el apoyo prestado a este grupo de jóvenes, mientras que Suárez, que habló en nombre del Gobierno de Canarias, expresó también su satisfacción por la elección de Telde para el establecimiento de este novedoso taller.

Segundo taller

Este el segundo que abre estos dos exalumnos especializados en coches antiguos y clásicos. Su sello es la información on line al cliente y la transparencia, según se precisa en una información de Gaumet Florido en Canarias7.

La primera sede de Car Home Services abrió en el centro de emprendedores del polígono industrial de El Sebadal, en la capital, donde sigue operativa. En apenas un año aquello, con 233 metros cuadrados, se les quedó pequeño y han tenido que ampliar instalaciones en Telde.

Gustavo Cabrera, con solo 27 años, se vino de la mano de su socio y jefe de taller, Aythami Díaz. De coordinar a cuatro empleados han pasado a 18, para lo que se ayudan de dos jefes de equipo, uno para cada sede. Eligieron Telde en un intento de acercarse más al cliente. Tienen muchos en la zona sur y creen que este municipio les deja a mitad de camino de todo, en un punto céntrico.

No está lleno de tizne, la media de edad es de 23 años, el cliente recibe información on line del arreglo de su coche, los trabajadores cuidan la imagen y disponen de unidades de traslado, del vehículo o de quien lo conduce. A simple vista estas características se alejan del cliché de un taller de vehículos.

Casi más que a un taller de mecánica y electricidad, uno tiene la sensación de llevar el coche a un médico. La percepción tampoco se antoja tan exagerada porque precisamente Car Home Services, a pesar de atender a todo tipo de vehículos, está especializada en el arreglo de coches antiguos (anteriores a 1955) y clásicos (de 1955 a 1982), cuyos motores y carrocerías exigen un trato delicado, casi de cirugía artesanal. Sus piezas no se reponen, se reparan. Ese cuidado es justo lo que garantizan en este taller, según el gerente de la empresa, Gustavo Cabrera, que el día del reportaje tenía en quirofano varios modelos de ese perfil. Un hobby suyo de siempre lo convirtió en una oportunidad de negocio. El mercado, 800 vehículos. De hecho, por sus manos ha pasado gran parte del patrimonio automovilístico de la isla.

La sociedad tiene un año de vida y es un testimonio claro de que, con las ayudas que hoy facilita la administración pública, la edad no debe ser un obstáculo para montarse por cuenta propia y labrarse un futuro sólido.

Con todo, donde en realidad tuvo su simiente este proyecto empresarial fue en las aulas de un instituto de un barrio obrero de Las Palmas de Gran Canaria, en Cruz de Piedra. Un grupo de alumnos, muy jóvenes, que cursaban un ciclo superior de automoción se vieron de repente con un título en la mano y un frío que helaba en la calle por una crisis que, cual glaciación, congeló todo acceso posible al mercado de trabajo. Lejos de hundirse, emprendieron, y lo primero que hicieron, cuenta Cabrera, fue dedicarse a lavar vehículos, especializándose, también entonces, en antiguos y clásicos, en un intento de diferenciarse del resto del mercado. Lo montaron 10 alumnos, en el propio instituto. De ahí dieron el salto a la sociedad fundada en 2017.