La música lírica volvió este martes por la noche a llenar la ermita de San Pedro Mártir, espacio donde la soprano grancanaria Judith Pezoa interpretó con gran éxito el Stabat Mater del compositor Luigi Boccerini, bajo la dirección del maestro Ignacio García-Vidal.
La llegada de la Semana Santa en el calendario litúrgico marca trascendentalmente el pulso de la programación musical. Es momento para la mística, la reflexión y para rememorar la pasión, la muerte y la resurrección de Jesús, temática que generó abundancia de composiciones en la Historia de la Música: misas, Stabat Mater, requiems, oratorios....
En este concierto se recuperó uno de los Stabat Mater menos habitualmente programados: la primera versión, de 1781, del más español de todos los compositores italianos, Luigi Bocherini, virtuoso violonchelista y compositor fecundo nacido en Luca pero que vivió toda su vida en España desde sus 25 años. Esta maravilla del XVIII es precedida por una pequeña composición de temática sacra del más famoso de todos los compositores del Barroco, Antonio Vivaldi.
La Sinfonía al Santo Sepulcro de Vivaldi es una breve obra en dos movimientos, Adagio y Allegro, cuyo año de composición desconocemos. Existen diferentes capillas en Italia que se llaman al Santo Sepolcro, pero ya que el manuscrito sin fecha de Vivaldi se encontró en Turín, esta sinfonía puede haber sido escrita para una capilla del complejo Sacro Monte cerca de Varallo en Italia. Las disonancias iniciales y el lánguido tempo hacen que reconozcamos en esta breve obra la estética propia de la Música de la Pasión que desarrollaban los compositores del Barroco, tendente a una descripción sonora del lamento y la angustia.
Luigi Boccherini compuso la primera versión de Stabat Mater en Fa menor, catalogado como G 532, para quinteto de cuerdas y soprano en 1781 mientras vivía en Arenas de San Pedro (Ávila) bajo el auspicio del infante Luis de Borbón, hermano de Carlos III. Es difícil conocer la función que pudiera tener este Stabat Mater por la escasa documentación que ha quedado sobre su estreno ni posteriores interpretaciones, pero es probable que tuviese un uso paralitúrgico o devocional.
Los intérpretes habituales al servicio del Infante eran la soprano Clementina Pelicho (esposa de Boccherini), el propio autor y el cuarteto formado por la familia Font (Francisco, el padre, que tocaba la viola, y sus hijos Antonio, Pablo y Juan) que junto a Boccherini formaban el grupo instrumental. Boccherini se inspiró en el Stabat Mater más famoso en aquellos tiempos, el de Pergolesi, y más adelante, en 1800, realizaría una segunda versión para tres voces y orquesta de cuerda. La primera versión ha sido muy poco conocida debido a que solo existía un manuscrito que se conserva en la Biblioteca del Congreso de Washington. En ella, Boccherini respeta el texto del fraile medieval Jacopone de Todi desarrollando su "Stabat Mater" en once partes que describen el dolor de la Madre a los pies del Hijo crucificado.
El concierto de anoche forma del programa elaborado por la Concejalía de Cultura y la empresa pública Gestel para el mes de abril, coincidiendo además con la celebración de la Semana Santa.
Intérpretes
Judith Pezoa nació en Las Palmas de Gran Canaria, donde se graduó con la máxima calificación en Canto y Piano en el Conservatorio Superior de Música de Canarias obteniendo Premio Fin de Carrera en la especialidad de Canto. Alcanzó la Distinción de Honor en Canto por la Academia Internacional de Música de Niza y fue alumna de la Academia Rossiniana de Pésaro. Siempre en constante formación, ha perfeccionado su técnica de la mano de Luciana Serra, Francisco Kraus, Mariella Devia, Alberto Zedda y María Orán. Ha sido premiada en los concursos internacionales de canto de Torino, Logroño, Colmenar Viejo, Ópera de Tenerife y Cajacanarias. Actualmente compagina su actividad artística con la labor docente como profesora especialista de técnica vocal en la Escuela Superior de Canto de Madrid.
Ignacio García-Vidal, por su parte, estudió en Salamanca donde obtuvo dos licenciaturas: Historia y Ciencias de la Música en la Universidad de Salamanca y Ciencias de la Comunicación en la Universidad Pontifica de Salamanca. Posteriormente obtuvo su título de Doctor Cum Laude (PhD) en Didáctica de la Dirección Musical. Se formó en Dirección de Orquesta principalmente en España y Rusia, ampliando sus conocimientos en espacios formativos de Estonia, San Petersburgo y Viena. Esta profunda formación artística y humanista le otorga un ecléctico perfil como director de orquesta y musicólogo.
El Consort de Cuerdas que les acompañó está integrado por los violinistas Néstor Henríquez, Carlos Parra, Giovanni Déniz y Clara Rojas, el violista Ayoze García, el violonchelista Juan Pablo Alemán y el contrabajista Álvaro Lorente.
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