Statistiche web
El tiempo - Tutiempo.net
695 692 764

Jueves, 04 de Diciembre de 2025

Actualizada Jueves, 04 de Diciembre de 2025 a las 20:02:47 horas

Momento de acto inaugural de la exposición/Jesús Ruiz Mesa. Momento de acto inaugural de la exposición/Jesús Ruiz Mesa.

Diez piezas del ayer y el hoy de Máximo Riol

El Círculo Cultural de Telde inauguró anoche la exposición 'Viejos y nuevos proyectos' del artista

direojed Sábado, 20 de Noviembre de 2021 Tiempo de lectura:

La inauguración de la exposición escultórica Viejos y nuevos proyectos, del artista Máximo Riol, puso anoche el broche final en el Círculo Cultural de Telde al ciclo Los Llanos es cultura promovido por esta entidad desde el pasado 8 de noviembre.

 

En el acto intervinieron Mariano Rúperez, coordinador de este programa; el secretario del CCT, Antonio Alemán, quien leyó un texto sobre la obra y muestra escrito por el crítico de arte, profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Jonathan Allen, y el propio artista, quien realizó un recorrido explicativo por cada una de 10 piezas que componen la exposición.

 

Exposición Viejos y nuevos proyectos del artista Máximo Riol

por Jesús Ruiz Mesa

Con la exposición escultórica Viejos y nuevos proyectos, obras del escultor Máximo Riol se da por concluido el proyecto Los Llanos es Cultura que, desde el Círculo Cultural de Telde, se ha venido presentando en un variado programa de actividades culturales, conferencias, recitales poéticos y música, exposiciones pictóricas, fotográficas, astrofotografías, mesa redonda, concierto, desde el pasado lunes 8 de noviembre.

 

La noche del viernes 19, como último acto cultural definitivo se presenta la muestra escultórica del artista afincado en Telde, Máximo Riol Cimas, presidente del Círculo Cultural de Telde. En la clausura interviene el inspirador y coordinador del proyecto Los Llanos es Cultura, Mariano Rupérez Pérez, y en la presentación de la muestra interviene Antonio Alemán Gil, secretario del Círculo Cultural y miembro de la Junta Directiva, dando lectura a un texto sobre la obra y muestra escrito por el crítico de arte, escritor, profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Jonathan Allen, conocedor de la obra escultórica de Máximo Riol, expresa el instinto creador, pensamiento, estilos y perfiles de su personalidad, influyentes en su diversidad escultórica. Allen lamenta su ausencia por una repentina indisposición. Reflexión que con el título Nuevas rutas, ideas recurrentes y la voluntad simbólica. La escultura reciente de Máximo Riol, expresa en su comunicado:

 

“No sé exactamente cuándo, si a partir del emblemático Goro de 2001, El jardín de Las Hespérides (también de 2002) y Las runas del bosque, la diversidad y libertad temática comenzaron a desplazar la que había sido la marca estética de Máximo Riol. Durante las décadas primeras y medias de su extensa relación transformadora con el duro acero, su escultura se movió por espacios de arriesgada y avanzada geometría, desarrollando una sintaxis propia, matemática y lúcida, de perfiles hieráticos y simultáneamente cinéticos. Eran formas arquitectónicas históricas que emanaban de ideas simbólicas largamente dibujadas. En estas épocas nacieron el Románico, el Domus Aúrea, los Homo y las Euphorbias, hábitats aparentemente racionales, pero que escondían futuras explosiones espaciales, los vacíos rítmicos y laberínticos dentro de los antiguos endemismos de Canarias.

 

No sé, creo que sí, que esa manera de confrontar el espacio interior de lo orgánico, también, varió la historia artística de Riol, que trajo consigo, quizás inconscientemente al principio, una nueva ductilidad, una plasticidad que en lo sucesivo cobraría expresiones muy distintas. Eso, como una constante, la tensión entre lo barroco y lo racionalista, que jalona toda la obra del autor.

 

Mas, a la vez que el escultor iniciaba las grandes líneas de su formalismo escultórico, había concebido y creado durante la década de los años 1990, grandes piezas alegóricas y casi figurativas, como Te espero en la playa, Diálogo y Silencio y retorno. Demostraba así otra capacidad y otra dimensión, que han pasado bastante inadvertidas porque todos identificamos al escultor con sus grandes hitos memorables. La portada estructura y señala uno de los principales nudos de comunicación de Las Palmas de Gran Canaria, Palmeral y Cinco Continentes, dos rotondas de la Avenida de Tirajana, el Protector I y la plaza de la iglesia de Firgas, y Al Padrito los jardines contiguos a la Fuente Luminosa de la Avenida Marítima.

 

Quiero decir con esto, que la sombra de las obras monumentales abarca mucho y tiende a ocultar un sinfín de otras obras que, incluso, no han llegado a realizarse y concretarse como escultura pública o privada. Y, quizás, no nos deje apreciar plenamente lo que implica toda la obra y toda la personalidad del escultor. Lo que digo es algo más que una observación de crítico de arte, que lo es, por supuesto, pero, a la vez, surge de otro tipo de conocimiento, que no es puntual y específico, sino lento y gradual, biográfico más bien. De alguna manera, he vivido muy cerca de aquellos artistas y aquellas artistas que se han convertido en personas significantes en mi vida personal, o sea, en amigos y amigas. Y, debo añadir, que se cuentan con los dedos de ambas manos. Por eso, exposiciones pequeñas como la que se presenta esta noche, cumplen la función de rellenar estos agujeros en la idea que tenemos del artista, y, además, poseen un apartado didáctico fundamental, el de relacionar obras en pequeño formato con la estética y las etapas del artista.

 

Quiero centrar la atención, para empezar, en un grupo de obras que nos conducen a uno de los yoes menos conocidos y sorprendentes de Máximo Riol: el escultor metafísico. Sí, el artista que concibe otras dimensiones más allá de la estrictamente telúrica, que no desoye la voz de una antigua cultura cristiana. Y, todos sabemos que Máximo no es, precisamente un nacional-católico de catálogo. Pero de eso a renegar de su herencia cultural, eso, no. Tengamos presentes a los espléndidos Cristos. El Proyecto para un altar mayor y Una pila bautismal así lo atestiguan; surgen de otro Riol poco conocido, el diseñador de mesas y sillas impactantes, y conjugan la estética de los Goros y de los últimos Hábitats paisaje. Este apartado, también lo nutren dos piezas muy recientes, que ponderan la muerte y su trascendencia, y cuyo origen es la triste e irremplazable pérdida de Luis Arencibia Betancor, por fin ya Hijo Predilecto de Telde.

 

Animan estas obras, un diálogo cinematográfico, una concreción plástica del impacto causado por el mítico filme de Bergman, El séptimo sello: La muerte en el Séptimo Sello y Tú le ganaste la partida. Aunque distinto en su énfasis, El árbol de Hipócrates es la maqueta de un más que necesario homenaje a los sanitarios y todo el personal médico-clínico que ha arriesgado y continúa arriesgando su vida para frenar los mortíferos efectos de la Pandemia. Es un símbolo sereno, delicado, vegetal, pero detrás, ronda la Muerte, el caballero negro de Ingmar Bergman. Sonidos y Sabina, si bien aparentemente no relacionables, se elevan estéticamente sobre el pensamiento rítmico-geométrico del escultor.

 

La música con sus ondas y frecuencias inmortalizada por las curvas pletinas, y el árbol combado sin piedad por la fuerza del viento en esa roca sobre el Atlántico que es el Hierro. Sabina es tanto un paisaje en sí que podríamos desplazar a las esculturas de los jardines y de las cimas agrestes de los últimos años, como una variación simbólica de las Euforbias. Finalmente, La casa de Leopoldo Panero, que, por argumentos extraños y no del todo claros y aclarados a la ciudadanía de Las Palmas de Gran Canaria, no se emplazó en el Parque de San Telmo. Es una “herramienta poética” para usar un símil de Martín Chirino, un hábitat, destinado a albergar la memoria y la huella del genial poeta, que hizo de todos los bancos de la capital, su improvisado hogar. Muchas gracias y buenas noches. Lamento mucho no poder estar hoy aquí con ustedes, pero están mis palabras”.

 

Riol en su intervención ante el público asistente expone un interesante y bello relato del camino que le ha llevado a la realización de las diez piezas que se exponen, cuyos títulos acercan a los visitantes, la visión y motivo de cada obra por su historia, contexto individual y social, expresión artística que, el escultor, basándose en el conocimiento de los sujetos protagonistas, espacios, memorial u homenajes, que han llevado al espíritu creativo de sus esculturas y, en esta muestra de Viejos y nuevos proyectos, de obras ya inauguradas y ubicadas en sus definitivos espacios públicos, museos, instituciones, etc y otras ya diseñadas como proyectos por definir y realizar en relación a la administración pública, su ubicación, aguardan su pedestal para perpetuar la memoria de a quién va destinada la obra.

 

Un bello y curioso recorrido originado desde cada una de las piezas, en su propio estilo artístico, el respeto y memoria por las obras humanas bien hechas y sus huellas de los que, ya ausentes, se les ha de rendir tributo y eterna gratitud por el legado intelectual y aporte al progreso cultural de la sociedad.

 

Títulos que reflejan el motivo de su creación, perfectamente expuesto por Jonathan Allen. El árbol de Hipócrates, escultura dedicada al cuerpo de sanidad, inaugurada en el barrio teldense de El Calero. Por la espectacular obra de canalización hidráulica en el Barranco de Tirajana, Homenaje a la ingeniería hidráulica. Pila bautismal y altar para una iglesia. Como homenaje a su amigo, también escultor teldense, fallecido hace poco tiempo y reconocido Hijo Predilecto de Telde por el M. I. Ayuntamiento de Telde, Luis Arencibia Betancort, a quién dedica en homenaje a su amigo la escultura, Tú le ganaste la partida. Un símbolo escultórico en un proyecto realizado para el campeonato mundial de baloncesto, reflejado en la pieza, Canasta. Uno de los personajes poetas, Leopoldo Panero, conocido en su deambular por el sector de Triana, lo memoriza en la obra, La Casa de Leopoldo. En la escultura Sabina, homenajea a los poetas. Sonidos, en recuerdo del Conservatorio Superior de Música de Canarias. La muerte en el séptimo sello, en referencia al film de Bergman.

 

Enhorabuena a Mariano Rupérez, participantes y colaboradores por tan brillante trabajo hecho realidad, Los Llanos es Cultura, como primer proyecto destinado a la difusión cultural de toda la sociedad desde el Círculo Cultural de Telde, ha sido un éxito y se ha ganado el aplauso general bien merecido. Gracias.

 

Jesús Ruiz Mesa es colaborador cultural de TELDEACTUALIDAD.

Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.22

Todavía no hay comentarios

Quizás también te interese...

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.