TELDEACTUALIDAD
Telde.- En mitad del apocalipsis, en un suelo yermo y seco, sin apenas más vida que la que le pueden dar los lagartos, uno o varios genios han erigido un verdadero museo del arte urbano confeccionado justamente con desechos de esta sociedad tecnologizada.
En un cultivo abandonado junto a una nave y un alpendre también en desuso se esparcen curiosas y muy ingeniosas recreaciones de animales hechas con restos de vehículos reciclados. Hay cuatro, un tigre, un conejo, un búho y lo que parece un perro, dispuestos en relieve en las paredes de esas edificaciones. Y luego hay otros dos en los que se aprovechó un coche como base para simular dos gatos cómodamente echados.
Los firma Adan D. y están al aire libre, de ahí que este periódico opte por no dar la referencia de su localización y evitar así que puedan ser dañados.
El interior del recinto se ha convertido en un gran panel para muralistas. Las paredes parecen una capilla sixtina del arte urbano. Faros de coche y cascos de obrero reconvertidos en ojos de gato o dos parachoques que sirven para dotar de orejas a un bonito conejo de metal.
Aquí todo se recicla. Y ya preparadas nuevas intervenciones en el paisaje.
Fuente: Texto de Gaumet Florido.
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