Avance: El colectivo Playgarza sigue descabezado tras la dimisión de Pérez Medina por la "falta de unión vecinal"

Telde.- La asamblea de los socios de Playgarza, celebrada este domingo en la playa de Ojos de Garza para elegir nuevo presidente, puso de relieve que la asociación está descabezada tras la dimisión formalizada semanas atrás por Juan Pedro Pérez Medina, máximo responsable del colectivo desde su constitución en 1978.

 

Y es que la reunión vecinal concluyó sin que nadie optara a tomar el testigo dejado por Pérez Medina, por lo que un pequeño grupo de socios, liderado por Antonio Ramírez Santana, se ha comprometido a buscar “vías de salida” a la encrucijada en la que se encuentra Playgarza desde que el histórico dirigente ciudadano y exconcejal del Ayuntamiento de Telde decidiese hace unos 15 días dar un paso atrás y dejar la representación de la única asociación que funciona en el mentado enclave costero, ubicado al sur del municipio.

 

Por lo pronto, los vecinos asociados a Playgarza, que pagan una cuota anual de 20 euros, no están por liquidar el colectivo, una propuesta que el presidente en funciones José Castilla. que renunció este domingo, llegó incluso a plantear, sin éxito, en la asamblea ciudadana.

 

Juan Pedro Pérez Medina, que afirmó a este periódico que no asistió a la cita, aseguró que no está en su ánimo volver a la presidencia de Playgarza, aunque testimonió su pesar ante el hecho de que nadie se quiera hacer cargo del colectivo que lidera la lucha contra Costas para evitar la demolición de las viviendas ubicadas en dominio marítimo-terrestre.

Pérez está aburrido y cansado. Tras décadas de lucha ha decidido tirar la toalla. No aguanta más. Dejó el cargo el 27 de septiembre pasado en una asamblea del colectivo en la playa. ¿Los motivos? La falta de unión vecinal y las idas y venidas de la administración

y de los políticos. Lo primero llevaba tiempo quemándole por dentro.

 

«Aquí hay algunos vecinos, unos pocos, que no entienden que el interés general debe estar por encima del interés privado y ya me he cansado de presumir de una unidad social que no existe», manifiesta en unas declaraciones de las que hace el periódico Canarias7 (Ampliación martes  14 de octubre).

 

Y lo segundo ha terminado por descorazonarle. Le inquieta que en el PGO no haya nada que les proteja cuando acaba de entrar en vigor el reglamento de la nueva Ley de Costas, que, de aplicarse, «afectaría al 95% del barrio». No comprende cómo en el PGO que está tramitándose no aparezca una reserva de suelo para el realojo, ni tan siquiera la delimitación del suelo aeroportuario. Por lo pronto, el colectivo está descabezado.