La Soledad encandila en la magna procesión de la Semana Santa en Telde

Telde.- El conjunto histórico de Telde acogió esta tarde-noche la magna procesión de ocho pasos del Viernes Santo, una de las citas más destacadas de la Semana Santa del municipio, con la asistencia de cientos de devotos.

 

En un marco de recogimiento y fe, el solemne desfile religioso, organizado por la Parroquia de San Juan, discurrió de forma sigilosa y acompasada por las calles del casco antiguo de San Juan

 

La procesión se puso en marcha al filo de las 19.34 horas, momento en que el trono del Señor Predicador (una obra escultórica que pertenece al patrimonio de la iglesia conventual de San Francisco) enfiló la puerta de la Basílica de San Juan para encabezar el cortejo religioso compuesto por siete pasos más, todos ellos bellamente adornados con flores e impulsados por personas que iban debajo de los tronos.

  

Cientos de personas siguieron la procesión, que efectuó el itinerario habitual por las vías de Conde de la Vega Grande, Duende, Plazoleta de Marín y Cubas, Doramas, Los Sabandeños, Julián Torón y León y Castillo. Durante el recorrido, varias voces interpretaron sentidas canciones al paso de las imágenes. Mónica Hernández, del grupo Taror, rompió el fuego desde el balcón de la Alcaldía con una composición dedicada a la Virgen de la Soledad.

  

Un amplio grupo de personas llevaban semanas trabajando para que todo estuviera a punto esta tarde, cuando arrancó la Procesión Magna, tras la celebración de los Santos Oficios en la Basílica de Telde que dieron comienzo a las 18.00 horas. El orden de los pasos fue el siguiente: El Señor Predicador (imagen que pertenece a la iglesia de San Francisco), Jesús en el Huerto de los Olivos (de la iglesia de San Francisco), El Señor de la cruz a cuesta (de la iglesia de San Francisco), Cristo de la agonías con la Dolorosa (de la iglesia de San Francisco), Jesús crucificado (de la ermita de San Pedro), El Señor en el sepulcro (una imagen del siglo XVIII cuyo sepulcro fue donado por un masón), San Juan Evangelista (de la Basílica de San Juan) y Nuestra Señora de la Soledad (que procede del convento de San Francisco y se encuentra en la Basílica de San Juan).

 

Entre estos pasos figuran auténticas obras de arte, como el Cristo Muerto, el San Juan Evangelista o la Virgen de los Dolores, que fueron talladas por el maestro imaginero Luján Pérez, el Cristo de la Agonía, de factura sevillana, y la Virgen de la Soledad, que lo acompaña en el trono, que es obra del escultor teldense Silvestre Bello, del siglo XIX.

  

Esta escultura, que goza de un gran fervor y predicamento en Telde, procesionó este año adornada por su mayordomo mayor, Segundo Amador, con 500 rosas ecuatorianas de color champán, 200 varas de calas blancas y 50 cirios nuevos. Lució este año su corona imperial que hace más de 15 años que no se utilizaba.

 

Una nutrida representación de las autoridades locales, con el segundo teniente alcalde, Juan Martel al frente, acompañaba el trono de Nuestra Señora de la Soledad, una bella escultura del imaginero grancanario Luján Pérez, que cerraba el desfile procesional con un grupo de mujeres ataviadas con la mantilla canaria y española. Entre los asistentes se encontraba también la diputada regional Carmen Hernández. La alcaldesa Mari Carmen Castellano, al igual que el pasado año, no acudió al evento religioso. La concejala Sonsoles Martín lucía una mantilla española.

 

La Banda Municipal de Música de Telde acompañó también con sus sones todo el recorrido religioso, así como un grupo de cornetas y tambores, al frente de la procesión. Dos agentes de la Policía Local, uniformados con el traje de gala, custodiaron durante todo el desfile el trono del Santo Sepulcro.

  

Nada más regresar los pasos al templo de San Juan, salió otra vez a la calle Nuestra Señora de la Soledad, en la llamada procesión del Retiro. Es la Virgen de los Dolores de Luján Pérez.

 

(Foto Antonio Alí)

(Foto Antonio Alí)