TELDEACTUALIDAD
Telde.- El principal acusado de asesinar a un discapacitado y de quemar su casa en Telde, en Gran Canaria, en la madrugada del 11 de abril de 2011, ha negado los hechos que se le imputan y que, según el Ministerio Fiscal, cometió junto a su novia y otra pareja, también procesados en esta causa.
El acusado ha asegurado ante un Jurado en la Audiencia de Las Palmas que conocía a la víctima, Félix Sarria Parra, de 48 años, con quien se juntaba en su casa para fumar porros y para prestarle ocasionalmente ayuda en el aseo, pero que él no lo mató ni sabe quién acabó con su vida, porque ese día ni siquiera estuvo en su vivienda.
El procesado, que ha sido el único de los cuatro acusados que ha prestado declaración en esta primera sesión de juicio, se enfrenta a una pena de 31 años de prisión por los delitos de asesinato, incendio y amenazas a una testigo que le imputa la fiscal María Eugenia Rodríguez.
Su abogado, Juan Pérez, solicita su absolución y la letrada de oficio de la acusación particular considera que no intervino en los hechos, de los que solo acusa a la pareja formada por otros dos imputados, lo que ha sorprendido a la hermana de la víctima.
La hermana de la víctima ha indicado a varios periodistas al término de la sesión que ella cree que los cuatro acusados intervinieron en la muerte de Félix.
Acusados de asesinato
El escrito de calificaciones del fiscal recuerda que Jonathan y María Ilenia eran pareja y conocían a Félix, de 48 años, que padecía sida desde su juventud y que había sufrido un infarto cerebral que le redujo la movilidad general de su cuerpo, dependiendo de una tercera persona, motivo por el que recibía una prestación económica de 400 euros, hecho conocido por la pareja, que vivía según el fiscal en "condiciones muy lamentables", teniendo incluso un hijo de un año que vivía con la madre de María Ilenia.
La Fiscalía apunta a que desde principios de 2011 Félix y la pareja habían comenzado a relacionarse con mayor asiduidad, "yendo a la casa de la pareja a fumar porros, por lo que éstos se ganaron su confianza aunque no sentían ningún afecto hacia él, sino que por el contrario se burlaban del mismo(...)".
En cuanto a los hechos en sí, el relato del fiscal resalta que a última hora del 10 de abril de 2011 Alberto y Rita Carolina, que eran pareja, se dirigieron al domicilio de Félix, en el barrio teldense de San Gregorio, para pedirle unas pastillas para la epilepsia, llegando a continuación Jonathan con María Ilenia. Así, ya en la madrugada del 11 de abril, las dos chicas se dirigieron a la habitación de Félix y para obtener dinero le hicieron un striptease, lo que sentó muy mal a sus respectivas parejas sentimentales, que discutieron con Félix: "Con ánimo de acabar con su vida, de forma súbita y sorpresiva, le golpearon con una plancha en la cabeza y en el cuello (...). Cuando estaba aturdido, y con la misma intención, cogieron un cuchillo de 12 centímetros y para aumentar innecesariamente el sufrimiento de Félix, se lo fueron clavando en diversas partes del cuerpo (...) y finalmente se lo clavaron introduciéndolo nueve centímetros en el interior del cuerpo, quedando roto el mango por la fuerza ejercida sobre el mismo".
La Fiscalía destaca que esta última herida fue la que, unica a la agresión que le causó un politraumatismo craneofacial, provocó finalmente un shock hipovolémico por el que falleció Félix. Pese a estar muerto, "los acusados siguieron causando cortes en su cuerpo con una gran violencia y brutalidad mediante el uso de cinco pinchos finos de alambres de los usados para asar carne, llegando a doblarlos al tratar de atravesar estructuras óseas de la cara".
El escrito insiste en que la discusión que se originó entre Félix y los acusados no tuvo la entidad suficiente para presagiar la agresión mortal y añade que tras el asesinato Jonathan y Alberto cogieron mantas y ropas de vestir y prendieron fuego a la habitación donde se produjo el crimen y después a la de la madre de la víctima con el fin de hacer creer que la muerte se produjo por inhalación de humo.
En el relato se recuerda que mientras los chicos cometían la agresión y posteriormente el incendio, sus acompañantes lejos de intentar evitarlo, mantenían una actitud pasiva y de vigilancia para avisar si alguien se acercaba a la casa y los podía descubrir.
El fiscal apunta que casi a las 10.00 horas del día 11 de abril los bomberos acudieron a la vivienda alertados por un incendio y tras sofocarlo no encontraron el cuerpo de Félix, que fue localizado por su hermana Juana María cuando un día más tarde, y sobre las 17.00 horas, se personó en la casa junto a los arrendadores de la misma para cambiar la cerradura, por lo que entonces fue cuando se avisó a la policía.
Además del asesinato, a Jonathan el fiscal le imputa un delito de amenazas por las expresiones que usó contra el entorno de Félix con el ánimo de inspirarles temor por si le pasaba algo.
Por todo esto, a los cuatro acusados se les imputa un delito de asesinato e incendio, mientras que a Jonathan se le añade uno por amenazas condicionales. Para él la Fiscalía solicita un total de 31 años de prisión, mientras que para Alberto pide 28 y para las dos chicas 13 años y ocho meses. Además, reclama que entre los cuatro indemnicen a la dueña de la vivienda en 1.725 euros por los daños del incendio y a los herederos legales de Félix con 100.000 euros por el asesinato.
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