GAUMET FLORIDO
Sé que hay temas que generan tanta controversia que en la inercia del debate te exigen posicionarte blanco o negro. No hay opción de tonos grises. Es el fenómeno que se da, por ejemplo, en la discusión respecto a las prospecciones petrolíferas en Canarias. O estás a favor o estás es contra. Pues siento discrepar.
De entrada dejo claro que simpatizo con los movimientos ecologistas y que me posiciono contra todo aquello que suponga una agresión al medio ambiente. Visto así, es evidente, no me fío un pelo de una actividad que puede destruir nuestro paraíso, y encima, nuestra única fuente de ingresos real, que es el turismo. Pero reconozco que sigo esta polémica en las Islas con cierta distancia, o quizás, cierta pereza. La veo tan contaminada por el maniqueísmo político y por la demagogia de unos y de otros, que, vacunado como estoy frente a la manipulación de los partidos, asisto escéptico al debate. A mí no me engañan CC y PSOE, que hoy hacen piña con los ciudadanos cuando ayer miraban con ojos de Tío Gilito a Repsol.
Tampoco de un PP de doble cara que, por ejemplo, en Madrid manda al carajo la Ley de Dependencia y aquí la blande como arma arrojadiza contra el gobierno de Rivero, o que en Canarias dice sí al petróleo, y en Baleares, no. Dejan rastro por donde pasan de que sólo actúan por mero interés partidista.
En cambio, sí tengo claro una cosa: al margen de posicionamientos personales, la calle no es sabia, pero es la base del sistema, y hay que escucharla. Si Canarias no quiere, no hay tu tía. No debería saltarse la voluntad de un pueblo. Lo de la guerra de Irak no queda tan lejos.
Gaumet Florido Medina es redactor de Canarias7 en Telde.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.22