TELDEACTUALIDAD
Telde.- El Museo Canario acoge hasta el próximo 31 de mayo de 2015 la exposición
Un lugar para vivir, la tercera de muestra de la serie Claves de un hallazgo. Organizada por el Cabildo de Gran Canaria, exhibe restos arqueológicos procedentes de una quincena de yacimientos ubicados en ocho municipios grancanarios, entre ellos Telde con los enclaves de Cendro, el Parque Marítimo de Jinámar, Lomo de Los Melones, Llano de Las Brujas y Los Barros-Jinámar. TA ofrece crónica y reportaje gráfico de una visita a la exposición.
Crónica de una visita a la exposición
por Jesús Ruiz
Una de las exposiciones que más me ha llamado la atención de las realizadas últimamente en nuestros museos por la cantidad de historia expuesta, objetos presentados fruto de la investigación, hallazgos y testimonios de una forma de vivir, es la recientemente muestra que se exhibe en el Museo Canario de la serie Claves de un hallazgo, exposición que con el título de Un Lugar donde vivir, tuve la oportunidad de visitar el pasado jueves 27 de noviembre con el grupo de la Asociación Veteranos de Iberia de Las Palmas.
La guía del Museo Teresa Delgado Arias, experta conocedora de cada uno de los elementos, materiales y objetos expuestos en esta sala como en las otras, nos introdujo de lleno en el mundo aborigen, magnificamente explicados y detallados de la cultura que se exhibe detrás de cada cristalera, un cómo, porqué, como se hizo y para qué sirvieron cada una de las piezas de este mundo del pasado nuestro, de una cultura que comprende este gran patrimonio de todos recuperado por los especialistas, investigadores, arqueólogos, historiadores de una época, un período de nuestra historia que hoy visitamos.
La guía denotando su excelente vocación, atenta a cada una de las preguntas, interrogantes que se iban sucediendo a medida que el recorrido adquiría curiosidad y conocer más por estos descubrimientos, nos condujo por los caminos y recovecos de una sociedad, de una manera de vivir, de una forma de ser, pensar y actuar como la que nuestros antepasados aborígenes desarrollaron en Un lugar donde vivir en su existencia en nuestra isla, describiendo con toda clase de detalles los procesos de investigación basados en hallazgos desde sus lugares de origen repartidos por la geografía isleña, de utensilios, restos, cerámicas, hábitats, alimentación, etc que estuvieron presentes en aquella sociedad y que hoy se exhiben en cada cada uno de los expositores en esta sala del Museo Canario de Las Palmas de Gran Canaria, Sociedad Científica fundada en 1879 por el Doctor don Gregorio Chil y Naranjo, nacido en la ciudad de Telde en 1831.
Como tema central de esta exposición, los poblados de los aborígenes situándonos en el tiempo, como prehispánicas, pre-europea, poblaciones berebere que a partir del 500 a.C. ocupan el archipiélago canario, antes de esta fecha las islas no se habían habitado y a partir de esta fecha son habitadas por estas poblaciones bereberes hasta que en el siglo XV los castellanos conquistan las islas y pasa a formar parte de la corona de Castilla. A partir de aquí las formas de vida aborígenes desaparecen impuestas por las formas de vida castellanas.
Todo este período es el que conocemos como prehispánico, aborigen. Entonces el tema central está en esos espacios donde han quedado las huellas de cómo se organizaron la producción de los alimentos, la producción de las herramientas para luso de las múltiples actividades, distribución de los bienes que se producen, también las prácticas rituales, lo simbólico y lo material no se puede separar en esta sociedad, está presente en su vida cotidiana.
Tras los expositores se exhiben numerosas piezas que formaron parte de la actividad económica, social, ritual, religiosa y como se expone en el díptico de información sobre la exposición: En la propuesta museográfica se insiste en la necesidad de explicar, incluso de manera reiterativa, que los poblados no son exclusivamente lugares donde se descansa, se come o se trabaja sino que por encima de todo es el espacio donde se define y se refuerza la identidad y el sentido de colectivo de la comunidad; donde se fijan las reglas de convivencia y se asimilan las normas. En definitiva, el lugar donde se define y perpetúa la cultura.
En esta exposición se emplean repertorios materiales procedentes de intervenciones arqueológicas desarrolladas en la isla en las dos últimas décadas, muchas de las cuales han sido financiadas y promovidas por el Cabildo de Gran Canaria. El pueblo que hoy reconocemos como canario fue el producto de un proceso histórico en el que intervinieron diversos y variados factores, siendo trascendental la influencia de la antigua tradición cultural que estas gentes traían del continente junto con las idiosincrasias internas de la sociedad que se gestó en la propia isla. En su configuración también tuvieron un importante papel el aislamiento insular y, cómo no, el paso del tiempo. Estos y otros elementos configuraron un pueblo que a lo largo de sucesivas generaciones hicieron de la isla su hogar, convirtiéndola en un lugar donde vivir”.
Interesante y didáctica exposición temporal que complementa a las demás permanentes que se exhiben en el Museo Canario, de gran importancia por los muchos descubrimientos y estudios sobre la vida en los poblados de los antiguos canarios, donde podemos observar las clasificaciones de cereales tratados por sus semillas descubiertas en el suelo o espacios dedicados a graneros, trigo, cebada, la agricultura fue el sostén de aquella sociedad, o los procedentes de muestras de árboles, higuera, palmeral, mocán, argamasas, etc. Rostros de ídolos, ídolos, pintaderas, restos conchas marinas, burgaos, consumo de pescados conocidos, abade, bocinegro, palometa, galana, longorón, mero, morena, sardinas, pescado que para su pesca y preparación utilizaban anzuelos y escamadores hechos con cuerno de cabra o hueso que adaptaban y fabricaban para su uso.
Herramientas que elaboraban a partir de piedras, cantos, lajas, lascas y núcleos a partir de obsidianas, percutores, picos, callaos, como las que se exponen para el uso de molinos de mano rotatorios, molinos morteros de cavidad oval y de cavidad circular.
Maderas de diversa procedencia y sus usos para puertas, techumbres, etc. Colores que fabricaban con arcillas, ocres rojos conseguidos a partir de materiales naturales como el almagre, para dar color y ornar las paredes y cerámicas, los aborígenes canarios usaban el color con profusión y frecuencia en todos los ámbitos de su vida, pinturas que aún se conservan en algunos yacimientos, paredes de viviendas, graneros, espacios religiosos. Depósitos rituales con ovicápridos recién nacidos. La presencia de estos elementos está relacionada con el ámbito de las creencias, la ideología y la socialización de los individuos que forman parte de la comunidad, de la identidad, de la religión, etc.
El municipio de Telde comprende, entre otros, de gran importancia una serie de yacimientos dentro de la red de lugares identificados arqueológicos, en los cuales se han encontrado muchos de los elementos que se exponen, como el Llano de las Brujas, Lomo de Los Melones en La Garita, y en el límite de Telde con el Municipio de Las Palmas, perteneciente a este, el Lomo de Los Barros, en Jinámar.
Una exposición en el Museo Canario de Las Palmas de Gran Canaria, que desde el 14 de noviembre permanece abierta al público hasta el 31 de mayo de 2015, para mirar la historia, el desarrollo y las formas de vida de nuestros antepasados, gracias al esfuerzo, la preparación y la documentación adquirida gracias a los servicios de arqueología que han dado lugar a complejos procesos de investigación, cálculos temporales, dataciones, identificación de lugares y yacimientos y a las entidades e instituciones museísticas que hacen posible hacernos llegar este amplio conocimiento y acercarnos en el tiempo a los que dejaron su huella sobre las que hoy nosotros mismos nos desplazamos.
Telde rinde tributo con escultura en busto y placa que recuerdan a la figura del eminente teldense, don Gregorio Chil y Naranjo, gran investigador, científico, una placa situada sobre su casa natal dedicada por los teldenses, expresa: “En esta casa nació el 13 de marzo de 1831 el Eminente Dr. D. Gregorio Chil y Naranjo Fundador de El Museo Canario y Mecenas Ejemplar. Humanista, Escritor e Investigador del Pasado de Canarias a Quien el M.I. Ayuntamiento de Telde Ofrece Perpetuo Homenaje de Reconocimiento. 4 de Julio de 2001 Centenario de su Muerte”. Muchas gracias.
Jesús Ruiz Mesa es colaborador cultural de TELDEACTUALIDAD.
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