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Telde.- La Casa Museo León y Castillo de Telde recibió la pasada semana la donación de dos cuadros, retratos de los padres de la patria de Cuba y Filipinas, José Martí y José Rizal respectivamente. Las obras fueron donadas a la entidad que depende del Cabildo grancanario por su autora, la artista filipina afincada en las Islas, Isabel Echevarría.
José Martí y José Rizal, padres de la patria cubana y filipina
por Jesús Ruiz Mesa
El miércoles 9 de julio tres mundos distantes en la historia y en la distancia se abrazaron en forma de obras artísticas, óleos que representan a los padres de la patria cubana José Martí, José Rizal padre de la patria filipina, y D. Fernando León y Castillo, prócer e insigne canario que desde hoy acompañan a su persona reflejado en un óleo de Raimundo Madrazo, y los óleos de José Martí y José Rizal, pintados por la artista filipina residente en Canarias, Isabel Echevarría, donados por la misma a la institución museística teldense dependiente del Cabildo de Gran Canaria y su red de Museos.
Para este acto asistió el Coordinador de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos D. Larry Álvarez Cardera, que expresa: “Sean todos bienvenidos a esta Casa Museo León y Castillo de Telde, propiedad del Cabildo de Gran Canaria. Para nosotros es un placer tenerlos hoy aquí en un acto my especial que D. Antonio González Padrón, director de la Casa Museo, Cronista Oficial de Telde, director de ACAMFE, teldense de pro, amigo un todoterreno torbellino, conseguidor, una grandísima persona, es todo un lujo poder contar con Antonio González en la nómina del Cabildo de Gran Canaria y en la nómina de los Hijos Ilustres de esta isla, Antonio tiene la palabra.”
Interviene el director conservador de la Casa Museo León y Castillo, D. Antonio Mª González Padrón: “Sr. Coordinador General de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos del Cabildo de Gran Canaria, amigos, amigas sean bienvenidos. La Casa Museo León y Castillo fue inaugurada en 1954 con el ánimo de recrear aquí la vida y la obra de dos hermanos, Juan y Fernando de León y Castillo. Uno ingeniero de canales, caminos y puertos, y el otro político y diplomático.
Si Juan dedico toda su vida por y para Gran Canaria, y para las Islas Canarias en general como ingeniero, y como cabeza visible del Partido Liberal, su hermano Fernando, de más altos vuelos, representó a Canarias como diputado a Cortes en varios momentos, en Cortes Republicanas y en Cortes Monárquicas.
Fue ministro de ultramar, ministro de gobernación, y él dice que cansado de la política del día a día, nacional, le pide a la Reina Regente que le inicie en la carrera diplomática y eligen para él París. Y París es el punto de partida o de llegada de Fernando de León y Castillo y los dos personajes que hoy, gracias a la extrema generosidad de muchas personas, la propia autora de las obras, Isabel Echevarría, de Diego Casimiro, que fue quien ha servido de introductor de embajadores y de todo lo que aquí se estaba haciendo para este acto, igualmente al dueño de Enmarcaciones Vidal que se puso a nuestro servicio para poder hacer esto, lo más dignamente posible. París fue el final de un sueño no conseguido por Fernando de León y Castillo.
D. Fernando cree en España como nación de naciones y cree que el problema de España es que algunos se empeñan en darle singularidad cuando nació siendo plural. D. Fernando habla mucho de las Españas, y cuando él habla de las Españas, lo habla como dice Unamuno, de los Pirineos a Manila, desde Guam a la Guinea Ecuatorial, desde el Cañón del Colorado a la Tierra del Fuego. Nación de Naciones. Por eso D. Fernando propone a ambos, al doctor Rizal y al doctor Martí, una nación diferente, donde, o bien como un estado confederal o federal o simplemente elevando las colonias a nivel de provincias tuvieran representación en Madrid y no hubiese esa idea, y además era real, de abandono y aprovechamiento colonial de ambos territorios.
En el caso de Filipinas es cierto que por una serie de peculiaridades no presentaba lo que era Cuba, pero Cuba y su guerra de la independencia para muchos españoles significó nuestra primera, sino primera, porque ya las guerras carlistas lo habían hecho antes, pero una de las tantas guerras civiles entre españoles.
Esto sirve para decir que la Casa León y Castillo, porque su personaje lo fue, es una casa de la concordia y de la solidaridad de los pueblos. Desde aquí como Centro de Estudios de Historia Contemporánea animados por D. Larry Álvarez que insiste muchísimo en ello, aquí estudiamos y nos metemos en la documentación que tenemos para sacar lo bueno y lo malo de nosotros mismos como nación del siglo XXI. Y la búsqueda continua hace que descubramos cartas de D. Fernando León y Castillo, como la carta que Maceo le envía a D. Fernando, disculpándose porque se ha tenido que terminar en una guerra y D. Fernando le contesta de la misma manera: quiero tener amigos inteligentes y enemigos todavía más inteligentes que mis amigos, porque si yo le gano a un inteligente, miren que inteligente seré yo. Y si él me gana siempre tendré la disculpa de que era excesivamente inteligente.
Pues bien, dos hombres formados en la España colonial, nacidos en Filipinas y en Cuba, pero formados en la metrópoli de aquella España, es el caso de Martí, el gran escritor, padre de la patria cubana. Un hombre que se ha estudiado aquí en la Casa Museo en los encuentros literarios Café con Literatura todos los miércoles, y Los Placeres de Montiano, gracias al profesor D. Francisco Torres que nos trae a los grandes literatos de todo el mundo, especialmente de Martí. Y, también, de Rizal hemos leído preparándonos para este acto.
Yo, con el permiso del Sr. Consejero, y siempre que me lo autorice, tenía el deseo, creo que museológicamente hablando, puede ser un acierto, que estén en el salón de actos de esta Casa Museo, tanto uno como otro, ya que forman un trío de ases, que creo que se entiende aquí, y se puede explicar además como naciones, lo que supuso el 98. Nosotros perdimos todo el imperio de 1812 a 1835 y no nos enteramos, perdimos Méjico, toda Centro América, Sud América y prácticamente no nos enteramos.
Pero cuando nos arrancaron Cuba y se desprendieron de Filipinas hubo una crisis moral, ética, fue la gran depresión espiritual de la España del 98. España surgen dos Españas: Una, qué hacemos en el mundo, no somos nada, y después de esto la hecatombe y otra España, referenciando a Fernando León y Castillo, regeneracionista, cómo que no, con todo lo que hemos aprendido y se crea el imperio africano intentando no caer en los errores del anterior imperio.
Ahora como pueblos hermanos tenemos estos momentos de encuentro, Cuba la perla de la corona, la perfecta que decía Isabel la Católica y Filipinas que no nos ponemos de acuerdo en el número de islas, le damos la palabra a doña Isabel Echevarría, pintora de apellido vasco, nos hable de su creación, ya que ella es la protagonista y sus cuadros”.
La artista doña Isabel Echevarría interviene y expresa: “Muy contenta de estar hoy aquí, gracias a Diego y muy contenta de que los cuadros estén aquí en este Museo, por las historias de nuestros dos países y agradezco a toda Canarias por recibirme como una hija y mis manos que hablan más que mi boca, les agradezco todas sus atenciones”.
El escritor y poeta cubano, residente en Gran Canaria, psicoanalista, colaborador de numerosos actos culturales literarios, D. Juan Francisco González Díaz, recita un poema de José Julián Martí y Pérez que nace en La Habana, Cuba el 28 de enero de 1853 y muere en Dos Ríos, Jiguaní, Cuba el 19 de mayo de 1895, en una batalla contra el ejército español. Hijo de valenciano y de canaria tinerfeña. Maestro, periodista, político, pensador, filósofo, poeta y masón, creador del Partido Revolucionario Cubano y organizador de la Guerra del 95 o como él la llamara, la “Guerra Necesaria”, para lograr la independencia de Cuba del Colonialismo de España. Martí fue un precursor del movimiento literario del modernismo.
El poema “Yugo y estrella” cuyos versos escritos por Martí pueden estar dentro de la filosofía o pensamiento masónico: Cuando nací, sin sol, mi madre dijo:/ Flor de mi seno, Homagno generoso./ De mí y de la Creación suma y reflejo,/ Pez que en ave y corcel y hombre se torna,/ Mira estas dos, que con dolor te brindo,/ Insignias de la vida: ve y escoge./ Este, es un yugo: quien lo acepta, goza:/ Hace de manso buey, y como presta/ servicio a los señores, duerme en paja/ Caliente, y tiene rica y ancha avena./ Ésta, oh misterio que de mí naciste/ Cual la lumbre nació de la montaña,/ Ésta, que alumbra y mata, es una estrella:/ Como que riega luz, los pecadores/ Huyen de quien la lleva, y en la vida/ Cual un monstruo de crímenes cargado,/ Todo el que lleva luz, se queda solo/ Pero el hombre que al buey sin pena imita/ Buey vuelve a ser, y en apagado bruto/ La escala universal de nuevo empieza./ El que la estrella sin temor se ciñe,/ ¡Como que crea, crece!/ Cuando al mundo/ De su copa el licor vació, ya el vivo:/ Cuando, para manjar de la sangrienta/ Fiesta humana, sacó contento y grave/ Su propio corazón: cuando a los vientos/ De Norte y Sur virtió su voz sagrada/ La estrella como un manto, en luz lo envuelve/ Se enciende, como a fiesta, el aire claro,/ Y el vivo que a vivir no tuvo miedo,/ ¡Se oye que un paso más sube en la sombra!/ Dame el yugo, oh mi madre, de manera/ Que puesto en él de pie, luzca en mi frente/ Mejor la estrella que ilumina y mata/
José Rizal, médico nacido en Filipinas, Calambá, 1861, fallecido por ejecución, fusilado en Manila 1896. Médico, escritor, héroe nacionalista filipino, patriota y mártir. La escritora Rosario Valcárcel recita el poema Mi último adiós, escrito por Rizal, la víspera de su ejecución, versos del poema: Adiós, Patria adorada, región del sol querida,/ perla del Mar de Oriente, nuestro perdido edén,/ a darte voy, alegre, la triste, mustia vida;/ y fuera más brillante, más fresca, más florida,/ también por ti la diera, la diera por tu bien./En campos de batalla, luchando con delirio,/ otros te dan sus vidas, sin dudas, sin pesar./ El sitio nada importa: ciprés, laurel o lirio,/cadalso o campo abierto, combate o cruel martirio./ Lo mismo es si lo piden la Patria y el hogar./ Yo muero, cuando veo que el cielo se colora/ y al fin anuncia el día, tras lóbrego capuz;/ si grana necesitas, para teñir tu aurora,/ ¡vierte la sangre mía, derrámala en buena hora,/ y dórela un reflejo de su naciente luz!/
Y cuando, en noche oscura, se envuelva el cementerio,/ Y solos sólo muertos queden velando allí,/ no turbes su reposo, no turbes el misterio:/ tal vez acordes oigas de cítara o salterio;/ soy yo, querida Patria, yo que te canto a tí./ Y cuando ya mi tumba, de todos olvidada,/ no tenga cruz ni piedra que marquen su lugar,/ deja que la are el hombre, la esparza con la azada,/ y mis cenizas, antes que vuelvan a la nada,/ en polvo de tu alfombra que vayan a formar./ Entonces nada importa me pongas en olvido;/ tu atmósfera, tu espacio, tus valles cruzaré;/ vibrante y limpia nota seré para tu oído:/ aroma, luz, colores, rumor, canto, gemido,/ constante repitiendo la esencia de mi fe.
Mi patria idolatrada, dolor de mis dolores,/ querida Filipinas, oye el postrer adiós./ Ahí, te dejo todo: mis padres, mis amores./ Voy donde no hay esclavos, verdugos ni opresores;/ donde la fe no mata, donde el que reina es Dios./ Adiós, padres y hermanos, trozos del alma mía,/ amigos de la infancia, en el perdido hogar;/ dad gracias, que descanso del fatigoso día;/ adiós, dulce extranjera, mi amiga, mi alegría;/ adiós, queridos seres. Morir es descansar./
Larry Álvarez cierra el acto agradeciendo a la pintora Isabel Echevarría la donación de sus obras pictóricas: “Con el agradecimiento de estas intervenciones poéticas, recitadores que han aportado con el acento literario los versos de estos dos auténticos estadistas, en un acto importante no solo para esta Casa Museo León y Castillo y para el Cabildo de Gran Canaria, y para la isla de Gran Canaria.
Yo quiero agradecer a Isabel Echevarría en nombre del Presidente del Cabildo y de la Corporación, la donación que has hecho de estos cuadros, que Antonio mostrará en esta salón de actos, donde deben tener un lugar preponderante y, la idea de Antonio es muy buena, porque estas dos obras enriquecen, no solo, el legado de esta Casa Museo, sino que también nos enriquecen a nosotros como pueblo.
Porque creo que espacios como este de la Casa Museo León y Castillo, que, este año, precisamente, cumple sesenta años, son lugares para la reflexión, para el debate y son lugares, sobre todo, para la libertad, y para la tolerancia. Con libertad y tolerancia, con otras cosas también, pero, sobre todo, con libertad y tolerancia, es mucho más fácil. Estas dos personas representan, muchos años después, la cara de asuntos que, aún hoy, nos interesan y mucho en este país.
Así que creo que actos como el de hoy, Isabel, tienen mucha más transcendencia de la que creemos. En ese sentido, Isabel, de verdad, te doy las gracias por enriquecernos, insisto, no solo por los fondos de esta Casa, sino, también, por la historia y la vida diaria de esta isla de Gran Canaria que vuelve a situarse donde debe, en el mascarón de proa de espacios para la reflexión, la polémica, el debate, para la responsabilidad, la libertad, y para la tolerancia. Muchísimas gracias”.
La pintora doña Isabel Echevarría procede a firmar los documentos de donación y aceptación por el director conservador de la Casa Museo León y Castillo, D. Antonio María González Padrón, en presencia del público asistente, amigos y representaciones, D. Víctor Guerra, representante de la Gran Logia provincial de Canarias de la masonería española, D. Juan Francisco González Díaz, psicoanalista, escritor y poeta, doña Rosario Valcárcel, escritora, articulista y colaboradora de medios digitales, D. Luis León Barreto, periodista, escritor, articulista con numerosas obras, novela, ensayo, etc. publicadas, D. Nicolás Rodríguez, abogado de la colonia filipina, y D. Diego Casimiro Cabrera, promotor y coordinador del proyecto, director del Área Cultural Diego Casimiro ACDC de Telde, las concejalas teldenses Josefa Milán y Celeste López, representación de Enmarcaciones Vidal, y Francisco Torres, profesor y coordinador de los encuentros literarios Café con L y Los Placeres de Montiano de la Casa Museo León y Castillo, como todo el público asistente que se sumó a la recepción de estas dos obras de arte, retratos de dos ilustres intelectuales cuya memoria personal e histórica les ha unido con la figura de D. Fernando León y Castillo y así permanecerán cerca de los teldenses, canarios, que igualmente escribieron su historia y honramos su memoria siempre. Muchas gracias.
Jesús Ruiz Mesa es colaborador cultural de TELDEACTUALIDAD.
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