Statistiche web
El tiempo - Tutiempo.net
695 692 764

Jueves, 16 de Octubre de 2025

Actualizada Jueves, 16 de Octubre de 2025 a las 00:50:45 horas

Calle Luis Doreste Silva (Foto Luis A. López Sosa) Calle Luis Doreste Silva (Foto Luis A. López Sosa)

Luis Doreste Silva mora en el barrio de San Juan

El escritor canario es desde 1966 Hijo Adoptivo de la ciudad de Telde

Dojeda Jueves, 25 de Septiembre de 2014 Tiempo de lectura:

TELDEACTUALIDAD
Telde.- En nuestro paseo de hoy recorremos el barrio de San Juan y mientras caminamos por la calle Los Sabandeños, nos encontramos con el inicio de la calle Luis Doreste Silva, la cual en un trazado de Norte a Sur y tras recorrer unos 230 metros, finaliza en la calle Aguañac, después de cruzar las calles José Arencibia Gil, Doctor Hernández Benítez y Profesor Francisco Cruz. Tiene lindando por su lado del Naciente la calle Doramas y al Poniente la calle Doctor Juan Castro Ojeda.
 
Esta nominación aparece por primera vez en los Censos Municipales de Habitantes y Edificios, referidos al 31 de diciembre de 1965, desconociéndose con exactitud la fecha en que se aprobara la misma.
 
Desde entonces viene formando parte del Callejero Municipal del Distrito I, Sección I, del referido censo municipal.
 
En este vial está ubicado el edificio moderno de los Juzgados de Telde (fachada lateral norte).
 
Sinopsis de la nominación:
Luis Doreste Silva, nace en la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria el día 12 de julio de 1882, en el seno de una familia acomodada. En 1893 ingresa en el Colegio San Agustín. Cuando finaliza sus estudios en 1899 se traslada a Salamanca para estudiar Medicina. Al año siguiente decide continuarlos en Madrid. En la capital se reencuentra con Tomás Morales a quien introduce en los ambientes literarios.
 
A partir de 1901 colabora en la prensa insular Diario de Las Palmas (las primeras colaboraciones en este periódico datan de 1893, cuando el autor contaba tan sólo con once años), La Mañana, Ecos; las madrileñas El Globo, El Imparcial, España, La Lectura; y las francesas Nouvelle Reveu y Amerique Latine.
 
En 1915 hace posible la edición de “El lino de los sueños”, de Alonso Quesada, al ceder en favor de su amigo el ofrecimiento que le había hecho Luis García de Bilbao para publicar su libro “Las moradas de amor”.
 
Finalizada la carrera de Medicina, se traslada a París en 1916 como secretario particular del Embajador Fernando León y Castillo hasta la muerte de éste en 1931. Continúa como funcionario de la Embajada hasta 1933, año en que regresa a la isla. A partir de este momento colabora con gran asiduidad en distintos periódicos locales tales como Diario de Las Palmas, Hoy (del que fue subdirector), Falange y El Eco de Canarias.
 
Estrechamente vinculado a los poetas modernistas. Con motivo del Centenario del nacimiento del poeta nicaragüense Rubén Darío pronuncia la conferencia Recuerdos de Rubén Darío: Rubén Darío en París. Cartas que hacen historia, que será publicada en un tomo conjunto con los otros participantes al homenaje: Joaquín Artiles y Pedro Perdomo Acedo.
 
Colaboró estrechamente en la fundación de la Casa Museo de León y Castillo, en nuestra ciudad, realizando una gran labor en pos de la recuperación del prestigio del Marques del Muni, demostrando una gran dedicación y cariño hacia la Ciudad de Telde, la cual le nombra Hijo Adoptivo en el año 1966. Luis Doreste Silva, fallece en su ciudad natal el día 8 de mayo de 1971.
 
Su obra literaria podría resumirse en los siguientes hitos:
En el año 1901: Publica “Primeras estrofas con un soneto”, prólogo de Salvador Rueda y un epílogo de Ángel Guerra.
 
En 1915: Lectura de “Las moradas de amor” por Agustín Millares Carlo; al año siguiente realiza una nueva lectura del mismo libro, en la Sociedad de Los Doce de Las Palmas, Alonso Quesada. En la actualidad, el poemario permanece parcialmente inédito.
 
En 1937: Publica “Hosanna en el mar”, conjunto misceláneo prosa-verso que muestra la adhesión del autor al Movimiento Nacional y Gran Canaria en la Epopeya (Romance de ciego). También de este mismo año es “África rubia”. “Poema de la Guanchida”, que permanece inédito en gran parte.
 
En 1965: Se publica “Romance de la isla al paso de Cristóbal Colón”. Pertenece este poema al libro escrito en 1937, África rubia.
En 1968: Se publica su poema “Ansite llama”, que había ganado el año anterior Premio Ansite.
 
Toponimia del barrio:
Los orígenes de la toponimia San Juan, los encontramos al poco tiempo de finalizar los episodios de Ansite, donde se culmina la conquista de la Isla el día 29 de Abril de 1483, que es cuando el Gobernador Pedro de Vera envía al cantón de Telde a los capitanes Pedro de Santi Esteban y Ordoño Bermudez, a fin de levantar fortificaciones y edificaciones que consoliden la presencia castellana y eviten futuras sublevaciones de los aborígenes.
 
Se elige el margen Sur del Barranco Real de Telde, que por aquel entonces era un caudaloso río, en cuyos márgenes existían buenas tierras de cultivo y mucho material que favorecía la realización de las construcciones que se pretendían llevar a cabo, dando origen a la Fundación de la Ciudad de Telde.
 
En el entorno de estas primeras fortificaciones y edificaciones se construye una Casa de Oración que es puesta bajo la advocación de San Juan Bautista, dando así nombre al primer y más importante barrio del municipio, donde desde entonces se instalan todos los edificios dependientes de las Administraciones Civiles, Jurídicas y Militares.
 
Hoy, con el paso del tiempo, el barrio de San Juan ostenta la consideración de ser el Casco Histórico de la Ciudad mejor conservado, donde existen diversas edificaciones que nos hablan de una arquitectura colonial, regia y noble, con adornos de cantería en sus huecos, de dos plantas, con patio solariego, caballerizas, bodega y una huerta.
 
Ha conservado esta línea durante varios siglos, experimentando una ligera evolución a finales del siglo XVIII y principios del XIX, derivando a una arquitectura modernista aunque conservadora, que deja sus esquemas reflejados en detalles de un neoclásico tardío.
 
En cualquier caso, a pesar del mal trato que se ha dado al hipotético proyecto de conservación de un estilo arquitectónico definido que pueda sentar bases como señas de identidad, el barrio de San Juan es entrañablemente romántico, es un lugar en el que se apetece pasear en las tardes de verano y admirar la configuración de sus calles, a las que se asoman esos edificios de los que hemos hablado, para ver pasar el tiempo.
 
La zona donde se ubica el vial que hoy hemos visitado, era una hermosa finca hasta casi la mitad de la década de 1960, la llamada “Finca del Quinto”, que como otras tantas se urbanizó dejando de un lado las labores agrícolas y dando paso a la especulación del suelo, exponente clásico de aquel entonces y durante varias décadas posteriores.
 
En la calle Pérez Galdós existían edificios a ambos lados, el Instituto Laboral Técnico de Telde y unas pocas edificaciones de finales del siglo XIX en el margen derecho, finalizando con el edificio de Don Antonio Monroy Pérez, otro doctor de gran prestigio al que aún no se ha reconocido su labor en el ejercicio de la medicina en pro de la población teldense, fue durante muchos años uno de los pocos médicos de Telde y además el Jefe Local de la Beneficencia Municipal. Estas edificaciones se unían entre sí con tapias que delimitaban con la finca matriz.
 
En el margen izquierdo, en cambio, existían edificaciones más antiguas de una y dos plantas, algunas de ellas emblemáticas, de las cuales hoy en día existen pocas y otras tantas, han sido reconstruidas y devoradas por el modernismo arquitectónico que explota al máximo la superficie y los volúmenes. Los espacios de tiempo se reducen a gran velocidad en el presente y la distancia en referencia al pasado, parece quedar en una lejanía tan nostálgica como olvidadiza.
 
Comportamientos estos, que dimanan precisamente de la falta de interés y reconocimiento de la importancia que merece cada uno de los momentos que vivimos en el presente con nuestros convecinos. De valorar las cosas y a las personas en su justa medida o en la dimensión que se merecen, luego… después que los hemos dejado pasar de largo, lamentamos estúpidamente no haberlo hecho, pero generalmente… ya es tarde y el desdoro inevitable.
 
Efemérides:
Un día tal como hoy, hace ahora mismo nada más que 508 años, es decir el 25 de septiembre de 1506, fallece en Burgos el rey Felipe I de España (El Hermoso). Felipe I de Habsburgo, había nacido en la ciudad de Brujas (Flandes) el día 22 de julio de 1478. Duque de Borgoña, Brabante, Limburgo y Luxemburgo, Conde de Flandes, Habsburgo, Henao, Holanda y Zelanda, Tirol y Artois, y señor de Amberes y Malinas, entre otras ciudades (1482–1506), y rey de Castilla y de León por su matrimonio con Juana, hija y heredera de los Reyes Católicos. Fue un administrador competente y un soberano popular y amado, que supo conjugar los intereses de sus diversos territorios y demostró especial talento para plantear reformas y para dar tranquilidad y paz después de muchos años de convulsiones políticas.
 
Muertos los infantes castellano-aragoneses Juan (1497) e Isabel (1498), así como el hijo de ésta última, el infante Miguel de la Paz (1500), su esposa Juana se convierte en heredera de la corona de Castilla y Aragón. Pero el marido de Juana, el archiduque Felipe, no estaba dispuesto a renunciar al poder y en la concordia de Salamanca (1505) se acordó el gobierno conjunto de Felipe, Fernando el Católico y la propia Juana. La situación cambió con la llegada del matrimonio a la península pues se manifestaron las malas relaciones entre el yerno (apoyado por la nobleza castellana) y el suegro, de modo que, por la concordia de Villafáfila (1506), Fernando se retiró a Aragón y Felipe fue proclamado rey de Castilla en las Cortes de Valladolid con el nombre de Felipe I. Entretanto, Juana supuestamente enloqueció, según algunos por los celos que le producían las infidelidades de su marido, hacia el que sentía un amor tan apasionado como poco correspondido.
 
Hoy se cumplen 109 años, de aquel 25 de septiembre de 1905, fecha en la que con un censo de 40.205 electores, en la Isla de Gran Canaria, se celebran las elecciones generales. Se enfrentaban dos candidaturas fuertes, de un lado el partido Liberal, que presentaba como candidatos a Fernando de León y Castillo, José Perojo Figueras y Pérez del Toro. Por otro lado, la candidatura opositora apoyaba al periodista Juan de Quesada Déniz. Tras el escrutinio correspondiente, el resultado fue el siguiente: León y Castillo con 19.377 votos; José Perojo con 8.544 votos; Pérez del Toro con 8.466 votos y Juan de Quesada con 6.577 votos, resultando electos los tres primeros.
 
José Perojo Figueras, había nacido en Santiago de Cuba en 1853, por lo cual se le designaba como diputado cunero, al no haber nacido en las islas, no obstante, quedaría vinculado a la historia de Gran Canaria desde el año de su elección, en que nos representó en las Cortes. Se distinguió por su gran actividad parlamentaria defendiendo siempre los intereses canarios. Una de las cuestiones más importantes planteada por Perojo, fue la reforma Administrativa para el Archipiélago Canario. Tras el debate de esta reforma en la Cámara el día 17 de octubre de 1908, cuando José Perojo intervino en un turno de réplica, cayó fulminado en su propio escaño del hemiciclo, falleciendo en el acto.
 
Contemplando la escultura del Comandante Ernesto Guevara de Laserna (El Ché Guevara), recuerdo la lectura de un libro que contenía un conglomerado de frases, que en su momento pronunció el revolucionario argentino.
 
Muchas de ellas, definían claramente la personalidad de Ernesto y la solidez de los ideales que defendió hasta la muerte, una de ellas podría ser:… “Sólo existe un sentimiento mayor que el amor hacia la libertad, que es el odio a quien te la quita”.
 
Vivimos parte de ellas, cuando aún éramos jóvenes y le convertimos en un referente ideológico que nos alentó a la lucha, a la protesta, a la exigencia y a la unificación de las masas disconformes y creímos férreamente en aquello que rezaba:… “Seamos realistas y hagamos lo imposible” o también… “Podrán morir las personas, pero jamás sus ideas.” Así conseguimos entre todos, poner los cantos que formaron el camino a la Transición y de ella a la Democracia.
 
Se consiguieron muchos derechos sociales y otros tantos laborales, que nos situaron en un estatus ideal que se conformaba en un buen caldo de cultivo para lograr una calidad de vida decente y jovial… “Recuerden que el eslabón más alto que pude alcanzar la especie humana es ser revolucionario.”… “Todos los días la gente se arregla el cabello, ¿por qué no el corazón?”
 
Después vinieron al poder quienes de una parte derrocharon un cúmulo de derechos ilógicos y no reglados, transformando a gran parte de la sociedad en “gente subsidiada”, a fin de garantizar el voto, ya que, ni ellos mismos creían en lo que hacían… “La revolución es algo que se lleva en el alma, no en la boca para vivir de ella.”
 
Como aquello fracasó, surgen los del lado opuesto con promesas de esperanzas irrealizables… “El capitalismo es el genocida más respetado del mundo”. Los acomodados toman el poder y ejercen dictatorialmente un robo diario de todos aquellos derechos conseguidos, porque no entienden que… “Es mejor caminar descalzo, que robando zapatillas.”… “El conocimiento nos hace responsables.” Pero a la vez peligrosos para los gobernantes.
 
La ciudadanía actualmente lo único que hace es quejarse y ha olvidado o desconoce el espíritu de antaño… “Si el presente es de lucha, el futuro es nuestro.”… “Hay que endurecerse sin perder jamás la ternura.”… “Sueña y serás libre en espíritu, lucha y serás libre en vida”… “Pero la juventud tiene que crear. Una juventud que no crea es una anomalía realmente.” “…todos los días hay que luchar porque ese amor a la humanidad viviente se transforme en hechos concretos, en actos que sirvan de ejemplo, de movilización.”
 
La apatía, el conformismo y la terquedad, no sirven de nada…“No creo que seamos parientes muy cercanos, pero si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, somos compañeros, que es más importante.” Porque…“Podrán cortar todas las flores, pero nunca terminarán con la primavera.”
 
Una vez más, nos echamos la gena a la espalda y emprendemos nuestra caminata, en este caso nos vamos al barrio de San Gregorio, donde visitaremos la calle Luis González Pérez, a fin de conocer algo más del lugar de su ubicación y conocer a este entrañable personaje popular, pero bueno... eso será en la próxima ocasión, si Dios quiere, allí nos vemos. Mientras tanto, cuídense.
 
Sansofé.
Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.48

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.