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Sábado, 18 de Octubre de 2025

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Calle de Limonero (Foto Luis A. López Sosa) Calle de Limonero (Foto Luis A. López Sosa)

El aroma del limonero impregna La Garita

Una calle lleva el nombre de este árbol en la Urbanización Lomo de los Melones

Cristina Jueves, 10 de Julio de 2014 Tiempo de lectura:

En esta jornada de jueves paseamos una vez más por el litoral de nuestro municipio. Hemos dirigido nuestros pasos hacia la Urbanización Lomo de los Melones, donde vamos en busca de la calle Limonero, cuyo inicio lo encontramos en la calle Fresno desde la cual, con orientación Norte-Sur y tras recorrer unos 80 metros, va a finalizar a la calle Torriani.
 
Al Poniente linda con la calle Torriani y al Naciente con la calle Pepe Monagas.
 
Esta nominación aparece en los documentos censales referidos al 31 de diciembre de 1970 y desde entonces, ha pasado a formar parte del Callejero correspondiente al distrito 5º, sección 7ª del Censo Municipal de Habitantes y Edificios.
 
Como casi todas las nominaciones de los viales del sector, ésta guarda analogía con las demás, ya que, son referidas en su mayoría a plantas o flores.
 
No se dispone de documentos fehacientes que nos permita determinar la fecha exacta en que fue aprobada la nominación que nos ocupa.
 
Sinopsis de la nominación
El limonero, es un pequeño árbol frutal perenne que puede alcanzar más de 4 m de altura. Su fruto es el limón (del árabe ليمون, laimón, del persa laimú o laimún ) una fruta comestible de sabor ácido y extremadamente fragante que se usa en la alimentación.
 
El limonero posee una madera con corteza lisa y madera dura y amarillenta muy apreciada para trabajos de ebanistería. Botánicamente, es una especie híbrida entre Citrus medica (cidro o limón francés) y Citrus aurantium (naranjo amargo). Aunque otros autores creen que es el resultado de diversos retrocruces entre Citrus medica y Citrus × aurantiifolia.
 
Forma una copa abierta con gran profusión de ramas, sus hojas son elípticas, coriáceas de color verde mate lustroso (5–10 cm), terminadas en punta y con bordes ondulados o finamente dentados. En las ramas presenta espinas cortas y gruesas.
Sus flores, comúnmente llamadas (al igual que las del naranjo) azahares o flores de azahar, presentan gruesos pétalos blancos teñidos de rosa o violáceo en la parte externa, con numerosos estambres (20–40). Surgen aislados o formando pares a partir de yemas rojizas.
 
El limón es originario de Asia y fue desconocido por griegos y romanos, siendo mencionado por primera vez en el libro sobre agricultura Nabathae hacia el siglo III o IV. Su cultivo no fue desarrollado en occidente hasta después de la conquista árabe de España, extendiéndose entonces por todo el litoral mediterráneo donde se cultiva profusamente, debido a la benignidad del clima, para consumo interno y de exportación.
 
Su fruto posee un alto contenido en vitamina C(501,6 mg/L) y ácido cítrico (49,88 g/L).
 
Se utiliza para elaborar postres (tales como el arroz con leche, en este caso se usa su piel para aromatizar) o bebidas naturales como la limonada y la leche merengada, a la cual se le añade también canela. Las rodajas se usan como adorno para bebidas. Por la acidez de su jugo, se puede utilizar para potabilizar agua, agregando 4 o 5 gotas por cada vaso de agua, y dejándolo actuar unos cuantos minutos.
 
El limón es un cítrico con propiedades estéticas. Se usa para blanquear las manos (mezclar el jugo de tres limones y un poco de glicerina y frotar las manos), para dar brillo y suavidad al pelo (después de lavarlo aplicar zumo de limón y dejar actuar 15 minutos), así como para hacer un peeling (mezclar 1 limón, azúcar moreno y una cucharada de miel para tratar zonas con durezas y callosidades).
 
El limonero es atacado por el piojo blanco (Aspidiotus nerii), esta cochinilla afecta a los frutos desde su formación hasta la madurez, lo que supone un quebranto económico importante para los agricultores.
 
Otras muchas cochinillas atacan también al limonero como a otros cítricos, como las serpetas, con forma de coma, caparretas y otros piojos. Es de destacar el ataque de cochinillas algodonosas, como el cotonet (Planococcus citri) o la cochinilla acanalada (Icerya purchasi). Pero quizás la más importante a nivel comercial sea la cochinilla roja australiana (Aonidiella aurantii).
 
Otras plagas son: Pulgones, Ácaros, Minador, Mosca blanca o Mosca de la fruta, casi todas ellas, atraídas por el aroma y favorecidas por el clima mediterráneo.
 
Toponimia del lugar
Según extraemos del libro “Telde” del Dr. Hernández Benítez, esta toponimia se describe como: “La Garita.- Nombre de una playa llamada antiguamente “puerto de la madera”; este topónimo nos recuerda el lugar o garita en el que se hallaba el cobrador de los impuestos sobre las mercancías que entraban por aquel puerto.”
 
Desde los últimos años del siglo XV y hasta el último tercio del siglo XVI, en nuestra ciudad y en las islas en general se vivió el ciclo del cultivo, industrialización y exportación del azúcar. Pero esta actividad llegó a su fin por diversos motivos: no poder competir con la producción americana de las Antillas al ser de mayor calidad y menor coste su producción con una mano de obra esclava, la falta de madera para la combustión en el proceso industrial y la falta de agua, tanto para el riego como para la motricidad de los ingenios. Mientras tanto todo este proceso comercial se realizaba a través de los puertos de Gando, Melenara o de La Garita.
 
Fue también por este Puerto de la Madera, cual fue su primigenio nombre, por donde se embarcaba la madera que habría de alimentar las calderas de los barcos de vapor que se dirigían desde Europa a América o África, en pleno siglo XIX, con gran incidencia en nuestros bosques, nuestra climatología y en definitiva sobre nuestro patrimonio medioambiental, sin que las autoridades nacionales o insulares lo impidieran o no quisieran tomar conciencia de los daños irreparables.
 
En este puerto se encontraba una caseta o garita, al parecer similar a la de los fielatos, de planta hexagonal y realizada en madera, donde se ubicaba el funcionario de impuestos, quien cobraba los aranceles propios por la entrada de mercancías a la isla, amparados por la Ley de Puertos Francos, y cuya estancia duró hasta bien entrado el siglo XIX, cuando se inicia la centralización de estos servicios aduaneros en el Muelle de La Luz (Las Palmas de GC).
 
Esta zona donde nos encontramos, estaba ocupada por unos extensos cultivos de tomateros y luego de melones, que dio lugar a la nominación de este lomo, pero en pocos años, la agricultura canaria es vendida por los miembros de la Comunidad Económica Europea, los mercados de exportación se hunden y desde España o desde Europa, que al parecer es o pretenden que sea lo mismo, se favorece la entrada de productos procedente de la agricultura de países como Marruecos y otros del continente africano, en detrimento total de la agricultura canaria, sin que estos pertenezcan a esa dichosa Comunidad Europea, por supuesto.
 
Luego pretenden engañarnos una vez más con otra fuente económica como la de la construcción y su relación con el turismo, permitiéndose el nacimiento y fomento de la especulación del suelo y un sistema económico sin futuro ni sostenibilidad alguna, como comprobamos recientemente por tercera vez desde entonces, con sendas crisis de las cuales la Comunidad Económica Europea, no ha querido saber nunca nada, cual si fuera una enfermedad particularmente propia del Archipiélago.
 
Menos mal que dicen que al ser españoles los isleños, también somos europeos… cosa que ni lógica ni geográficamente, me cabe en la cabeza, a la vista del distanciamiento y más aún, por el trato recibido desde España y desde esa enigmática Europa.
 
Efemérides
Hace ahora mismo 505 años, de aquel 10 de julio de 1509, fecha en la que por las Cortes Españolas se crea el famoso Consejo de Indias. La reina Isabel manejó los asuntos relacionados con el descubrimiento por uno de sus secretarios, el obispo de Burgos Juan Rodríguez Fonseca, sin participación del Consejo de Castilla. Había sido una empresa privada de la reina, y por lo tanto no tenía intervención el Estado. Pero a la muerte de Isabel, su esposo Fernando como regente de Castilla, nombrará en 1509 a Fonseca vocal del Consejo de Castilla encargándole entender, exclusivamente, en los negocios del Nuevo Mundo.
 
La complejidad de ellos, y el hecho de haber perdido Fonseca valimiento ante el cardenal Cisneros, regente de España poco después, obligará a formarse dentro del Consejo de Castilla una comisión encargada especialmente de Indias: el Plenum Consilium Indiarum. En 1517 muere Cisneros y adviene el futuro Carlos V como regente de su madre Juana la loca (pero con título de rey de España); Fonseca vuelve a entender en los asuntos indianos encargándole la presidencia del Plenum. En 1522 lo reemplaza el dominico Jerónimo de Loayza. Dos años más tarde —1524—, por sugestión de Loayza, Carlos V separa el Plenum del Consejo de Castilla constituyéndolo en Consejo Supremo de Indias.
 
Este Consejo está compuesto, en esa época, por un presidente (Loayza), cinco ministros y un fiscal, todos letrados o clérigos, sin caballeros de "capa y espada", que acompaña a Carlos V, Felipe II y Felipe III en los distintos asientos de la corte: Toledo, Madrid, Valladolid. En 1609 se quedará definitivamente, como los demás Consejos Reales, en Madrid fijada como capital del reino. Por real ordenanza de Felipe II de 1571 el número de consejeros se aumenta a doce (como el de Castilla, ya entonces llamado Real). Al igual de éste admitirá legos, nobles o militares, con el nombre de "caballeros de capa y espada", cuyo número no podría pasar de cuatro.
 
Un día tal como hoy, hace ahora mismo 98 años, de aquel 10 de julio de 1916, día en el fallece en Madrid el doctor Vicente Llorente Matos, cuando contaba la edad de 62 años. Vicente Llorente había nacido en Las Palmas de Gran Canaria donde realiza sus estudios Primarios y Secundarios, luego se traslada a Barcelona, donde inicia los estudios de Medicina. Por la falta de medios económicos, imparte clases para poder costear sus estudios universitarios, consiguiendo la licenciatura con gran brillantez. Se traslada luego a parís a fin de especializarse en los métodos y tratamiento de la difteria en el Instituto Pasteur.
 
Retorna a Barcelona donde contrae matrimonio con una cuñada del político José Canalejas, fijando luego su residencia en Madrid, donde en el año 1894 funda el Instituto Bacteriológico en la calle Ferraz y además levantó un gran edificio de la carretera del Pardo, dedicado a la elaboración de sueros y análisis clínicos. Por esa época lleva a cabo diversas publicaciones y pronuncia diferentes conferencias que le acreditaron como la máxima autoridad en el campo de la difteria y crup. El propio rey de España solicitó sus servicios para uno de sus hijos y debió quedar satisfecho, porque le nombró Gentil Hombre de Palacio.
 
Llorente representó a España en certámenes científicos celebrados en Alemania, Austria y Francia. Fue además diputado a Cortes por Gran Canaria, llegando a ser distinguido con la Gran Cruz de la Beneficencia, de primera clase, y la Cruz de Caballero del Mérito Militar. Los establecimientos benéficos de Gran Canaria, contaban gratuitamente con los sueros que se fabricaban en su instituto y además autorizó a las farmacias que regalaran dichos sueros a las familias necesitadas. Fue muy considerado por el espíritu caritativo y humanitario que siempre esgrimió en sus acciones.
 
Mirando este amanecer con el que hoy nos bendice el Creador y pensando en los temas que hemos tratado anteriormente, no puedo evitar hacerme la idea del uso y abuso de poder que se llevó a cabo por “la madre patria”, en su trato con todas las tierras que fue usurpando…digo conquistando.
 
Empiezas a analizar en principio la clase de joyas que conformaban las expediciones que se embarcaban en las aventuras de las conquistas y encuentras al frente de las mismas un señorito, con una carrera militar más o menos relevante, apadrinado por una serie de comerciantes adinerados que financian la expedición (pertrechos y rol), a fin de obtener suntuosas ganancias que redite su inversión; los marinos y hombres de armas, casi todos convictos condenados a galeras o a prisión, los cuales al embarcarse obtienen la amnistía de sus delitos y por último una curia religiosa, en muchos casos de conveniencia y que al amparo del proteccionismo de la Corona, como religiosos gozan de ciertas prebendas.
 
Allá donde quiera que van, ya sea en América o en nuestro Archipiélago, en nombre de Dios y para gloria de la Corona de Castilla, cometen cualquier tipo de barbarie, son tan salvajes y asesinos que destruyen las culturas que se encuentran a su paso, por la ignorancia y el desconocimiento de las mismas; violan y asesinan a los seres humanos que habitan aquellos lugares para saciar sus instintos animales y terminan imponiendo una religión a la fuerza, con un Dios que al parecer les da licencia para todo aquello.
 
Después de concluidas “las conquistas” viene la explotación sistemática de las poblaciones aborígenes que por lo general son vendidos como esclavos, otros quedan al servicio de los señoritos nobles y una gran mayoría son dedicados a trabajar las haciendas de aquellos. Haciendas que han de producir cierta riqueza que va destinada a sostener la Corona de Castilla, el control de estas transacciones comerciales se realizan a través de la Casa de Contratación y el siempre polémico Consejo de Indias.
 
Fue todo calculado, primeramente el mantenimiento de la Corona de Castilla con los impuestos que se acercaban al 40% de la producción, de otra parte el enriquecimiento de los hacendados con una participación de un 50% y con el transporte a su cargo y, por último, los aborígenes que como clase trabajadora esclavizada percibían un 10% que malamente les permitía comer, ya que, no tenían derecho alguno de acceso a la propiedad de la tierra que les había sido anteriormente robada.
 
Esta política se ejerció por algo más de tres siglos, hasta que la colonias americanas fueron consiguiendo la independencia y expulsando a los españoles de su suelo, los únicos que no lo intentaron nunca fueron los habitantes del Archipiélago Canario, donde está claro que por lo reducido del terreno y la propia orografía, no cabe lugar el empleo de la fuerza y jamás se ha pretendido seriamente negociación alguna al respecto.
 
Lo que está mal concebido, esta claro que muere pronto, así fue como ocurrió con aquel imperio de quijotes, que en tres siglos pasan de ser la mayor potencia del mundo, donde nunca se ponía el sol, a ser malamente considerados en todo el planeta (gente de panderetas, toros y botella de vino), consideración que actualmente no ha mejorado gran cosa si leemos la prensa diaria, en la que se descubre cada día nuevos casos de corrupción en los estamentos gubernamentales. Aquí hacemos unos paréntesis dentro de los cuales escribimos con mucho orgullo (menos mal que somos solamente canarios, lo demás es un añadido irremediable).
 
Los canarios estamos hechos de otra pasta bien distinta y un ejemplo del que nos tenemos que sentir muy orgullosos, es la figura del doctor Don Vicente Llorente y Matos, entre otros tantos.
 
Damos por concluido nuestro paseo de hoy, guardamos en nuestra gena todo lo positivo que hayamos podido tratar en esta crónica y encaminamos nuestros pasos dentro de esta misma urbanización, donde buscaremos la calle Lirio, a fin de saber algo más del lugar y sobre esta planta monocotiledónea, pero bueno… eso será en la próxima ocasión, si Dios quiere, allí nos vemos. Mientas tanto cuídense.
 
Sansofé.
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