La rotura de CC

Se expande la crisis interna de CC. Al monumental lío en Telde, con centenares de militantes dándose de baja, se une otra desbandada en Arucas. Gran Canaria se le va de las manos a Pablo Rodríguez. A la irrelevancia histórica de CC en esta isla desde que la izquierda canaria abandonara aquel proyecto de CC en su primera etapa de vida, se suma el descontento en poblaciones vitales de Gran Canaria que visualizan una sangría que irá a más. Fernando Clavijo, tras los encontronazos en Telde, optó por el consejero Pablo Rodríguez en detrimento de Héctor Suárez. En el consejero ha depositado todas las expectativas de cara a pacificar el proyecto y poner rumbo a 2027. Pero no lo consigue: Telde persiste en el desencuentro y ahora se añade Arucas.

Por otro lado, que Ciuca pudiera tomar el testigo de CC en Gran Canaria no gusta a sus bases. Ciuca es otra cosa o, mejor dicho, si Clavijo deja todo en manos de Ciuca se confirma la derechización neoespañolista de CC en la medida que su pretendido nacionalismo canario es un artificio, un disfraz a relucir tan solo durante la campaña electoral.

Los acontecimientos en Arucas, adelantados por ‘Canarias Ahora’, deja a Pablo Rodríguez entre la espada y la pared. Clavijo no quiere problemas, demasiado tiene con gobernar para encima dedicar tiempo a las cuitas en CC. Es el consejero el que tiene que ofrecerle la solución al presidente del Gobierno. Ya no estamos ante un foco ceñido a la ciudad de los faycanes sino que llega al norte de Gran Canaria el malestar en CC ante una deriva cada vez más nebulosa sobre qué son como partido.

Froilán Rodríguez fue el líder histórico nacionalista en Arucas. Él conoció de primera mano las experiencias de vivir en comuna, meciendo entre el espíritu de los cristianos de base y el toque ácrata. Con los años, ya forjado como alcalde y político institucional, pudo haberse ido a Nueva Canarias aunque optó por la permanencia en CC. Lo que queda de esa estela gestada por el que fuera también senador de CC es lo que está por dirimirse. Por el momento, no están contentos ni la afiliación ni los dirigentes. Ha dimitido más de la mitad de la dirección en Arucas, no es poca cosa.

Después de todo, CC renuncia a Gran Canaria. Lo deja al albur de Pablo Rodríguez y Vidina Espino, y que estos rasquen electoralmente lo que puedan. Clavijo puede gobernar sin Gran Canaria; de hecho, ya lo está haciendo. La pregunta es si puede mantener este frágil equilibrio siempre. Sin Telde y Arucas, se antoja todavía más complicado.