Binter, rumbo a Madrid

La compañía Binter alcanza un hito en su historia: por fin, conectará Canarias con Madrid. Y digo, por fin, porque esto tenía que haber ocurrido mucho antes. A buen seguro, hubo cortapisas variopintas para impedirlo. Pero estamos ante un logro que beneficiará a la sociedad isleña pues la dependencia se reduce justo en un territorio donde la conectividad no es un capricho sino una auténtica necesidad. De hecho, es cíclico en latitudes peninsulares el debate sobre por qué tenemos derecho al descuento por residencia mientras otros sectores económicos, por ejemplo la minería, ha decaído en los últimos lustros. Lo de siempre: la mirada autocentrada en Canarias o la garantizamos desde aquí o no habrá forma de que nos entiendan.

El presidente de Binter, Rodolfo Núñez, hizo el anuncio ayer en la Presidencia del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife. Y respaldado por Fernando Clavijo y restantes referentes públicos, se aseguró Rodolfo Núñez la proyección socioeconómica que tiene esta acción empresarial para el archipiélago.

A los destinos ya habituales en la península, que permiten evitar el transbordo en la capital del reino, esclavitud mesetaria heredada del centralismo decimonónico en cuanto a la planificación de las infraestructuras se refiere, ahora se une el vuelo directo a Madrid tanto desde Gando (Gran Canaria) como desde Los Rodeos (Tenerife Norte). En total, ocho vuelos diarios que (no hay duda) ajustarán sus horarios a la demanda isleña y no a la peninsular o foránea.

Binter es una empresa seria y en crecimiento constante. Con algún dilema aún por resolver; piénsese en los vuelos a El Aaiún (Sáhara Occidental) que está inmerso en un territorio de guerra entre Marruecos y el Frente Polisario y esperemos que no acontezca ninguna desgracia propia de las colaterales que surten efectos en escenarios bélicos, de mayor o menor escala. Es más, la inminente declaración final del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre los acuerdos comerciales entre Bruselas y Rabat, apunta a que no valdrán si no cuentan con el consentimiento expreso y libre del representante legal del pueblo saharaui, esto es, el Frente Polisario.

La gesta empresarial de Binter a son de Madrid podía haber llegado en la mejor época de CC, cuando entonces, a principios de siglo, ostentaba cuatro escaños en el Congreso de los Diputados y José María Aznar cortejaba a los nacionalistas. Aunque por aquella época por no tener, ni teníamos una Televisión Canaria en condiciones, fue por esos cursos cuando comenzó su andadura. Sin empresariado isleño comprometido, sin burguesía, Canarias estará sometida al dictado globalista.