
En general estos dos conceptos se manejan como términos sinónimos, aunque se puede atisbar algunas diferencias, La soberbia y la prepotencia son dos actitudes bastante comunes en ciertos grupos sociales, aunque también pueden presentarse en personas aisladas. Estas dos cualidades, aunque similares, tienen una diferencia importante. La soberbia es una actitud orgullosa, que tiende a considerar a los demás como inferiores. Se caracteriza por una exagerada estima de uno mismo y una falta de humildad. Por otro lado, la prepotencia es una actitud autoritaria y arrogante, que se caracteriza por la intimidación, suele manifestarse en personas con poder, que abusan de la autoridad para conseguir sus objetivos.
Para entendernos mejor me voy a referir a dos hechos políticos, equidistantes entre si, uno ocurrido en Madrid y el otro en Telde, ambos en un salón de plenos. En Madrid un concejal del partido socialista, Daniel Viondi, en una de las sesiones más bochornosas que se recuerdan en la sede del Ayuntamiento, el concejal ha sido expulsado del pleno porque, tras agotar su turno de palabra, se ha acercado al asiento del regidor y le ha dado unas palmadas en la cara mientras le dejaba unos documentos. Ya por la tarde, después de su expulsión del pleno y toda la algarabía montada, anunció su renuncia al acta y ha pedido disculpas por lo sucedido en el pleno.
En el pleno del mes de septiembre en Telde, en la presentación de una moción sobre una “posible” amnistía, el vicealcalde de la ciudad, Sergio Ramos del partido popular se levanta de su asiento y entrega a los concejales del partido socialista una copia de la constitución, sin que ello levantara revuelo en ningún partido presente el salón de plenos. El portavoz popular y miembro del gobierno municipal trataba, a quienes componen el grupo municipal socialista, como a críos que necesitan ser tutelados, sobre todo en lo que se refiere a la constitución española. Ambos acontecimientos, Madrid y Telde, podrían tener un nexo común, por el acto en si, pero entre ambos hay algunas diferencias papables y palmarias.
En Madrid tocó en la cara al regidor y siguió utilizando la palabra cuando no la tenía. En Telde, aún teniendo uso de la palabra y defensa de la moción presentada, se levantó de su sitio e intimidó con su acción, a un grupo municipal al cual cogió por sorpresa, pues lo descolocó. En ambos casos hay una flagrante falta de respeto al pleno. En Madrid hay una soberbia en la acción del concejal socialista hacia el regidor, que se caracteriza por una exagerada estima de uno mismo, en Telde se denota la prepotencia del vicealcalde en el salón de plenos, su actitud autoritaria y abusiva, pues ostenta el poder.
Mientras que en la soberbia se manifiesta por un sentimiento de orgullo excesivo y arrogancia hacia uno mismo. Las personas soberbias tienden a creer que son superiores a los demás y que merecen un trato especial. Suelen menospreciar a los demás y no valorar las opiniones o sentimientos de quienes les rodean. Es importante destacar que la soberbia no es una cualidad deseable y no debería ser tolerada. Fomentar la humildad y la empatía es fundamental para construir relaciones saludables, una sociedad más equitativa y respetuosa.
La prepotencia es un comportamiento que se caracteriza por la arrogancia y la actitud de superioridad hacia los demás. En muchas ocasiones, las personas prepotentes menosprecian a los demás y tratan de imponer su voluntad sobre los demás. Suelen creer que son superiores intelectualmente o socialmente, lo que los lleva a menospreciar las opiniones y sentimientos de los demás. La prepotencia puede ser perjudicial tanto para las personas que la ejercen como para aquellos que la sufren. Las personas prepotentes pueden alienar a los demás y provocar conflictos en sus relaciones personales y profesionales. no es una cualidad deseable y no debe ser tolerada en ningún ámbito de la vida.
Roberto López | Lunes, 16 de Octubre de 2023 a las 10:44:46 horas
Mal negocio para usted defender a este PSOE. Usted es una buena persona don Gregorio. Su partido no merece opiniones de buenas personas y realmente no las necesita. Su partido es una verdadera vergüenza, creo que incluso hasta para usted mismo. Ya lo maltrataron en su día por eso mismo, por ser buena persona. Despierte don Gregorio, este PSOE no necesita de buenas personas, solo de zombis descerebrados que le voten en masa y de solícitos tuercebotas colocados a dedo por los jerarcas sanchistas. Y usted no es ni una cosa, ni la otra. Reflexione para adentro y no se obstine en regresar a un candelero en el que ni lo necesitan, ni usted pinta nada.
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