Nilia Bañares apela a la unidad vecinal para proteger el patrimonio de San Francisco

Nilia Bañares Baudet arengó esta noche en el pregón de las fiestas del barrio de San Francisco por la protección y cuidado de este enclave histórico. “Reconozcamos que tenemos una verdad joya arquitectónica y urbana que es la envidia de otras ciudades y pueblos canarios”.

Ante una amplia representación municipal encabezada por el alcalde Juan Antonio Peña y de vecinos de Telde, la pregonera, artesana tejedora y vecina del lugar, resaltó en la iglesia conventual que esta parte del conjunto monumental de esta ciudad atesora un “patrimonio cultural de indudable importancia”, del que tanto ella como su difunto esposo Maxilimiam Rohner, suizo, quedaron prendados de la belleza de su entorno conformado por calles, plaza, callejones y huertas y decidieron asentarse en él.

Bañares, una mujer comprometida social y culturalmente con San Francisco, ejerció de secretaria durante una veintena de años de la Asociación de Vecinos Santa María La Antigua. Recordó el “esplendor” de las fiestas organizadas por el colectivo en los años 70,80 y 90 del pasado siglo, con un programa en el que destacaron las exposiciones pictóricas, los conciertos de la Banda Municipal y de las corales polifónicas, los rastros de antigüedad y los primeros recorridos históricos.

En los últimos instantes de su disertación, la pregonera apeló a la unidad y a la buena convivencia vecinal y a la protección del legado arquitectónico y urbano dejado por la gente de “condición humilde” que forjaron este importante patrimonio.

La pregonera fue presentada por el cronista oficial de la ciudad e historiador, Antonio María González Padrón.

Tras el pregón,  la soprano teldense Araceli Bosa Hernández ofreció un concierto acompañada por la Banda Municipal de Música de Telde.