Las colas de la Unión Deportiva

Ayer la explanada junto al recinto de Siete Palmas presentaba enormes colas y no era para asistir a un concierto o momentos antes de un derbi canario sino era tan solo para recoger el carné de abonado, previamente renovado y pagado hace tiempo. Era una cola de horas. Y dudo que a este paso puedan entregar los carnés de aquí al viernes. Una imagen insufrible, tercermundista, impropia de un club serio que encima jugará a partir del sábado en Primera División. Lo fácil hubiera sido enviarle a todos los abonados el carné vía postal. No como una opción a pagar los cinco euros que requirieron sino como algo que saliese por voluntad de la propia entidad.

Pasada la pandemia, haría bien la Unión Deportiva Las Palmas en repensar el modelo de gestión de la renovación de los abonos. De nada sirve tanta digitalización si luego te encuentras con una cola de varias horas para retirar el documento acreditativo que te da el pase al estadio durante la temporada. Tanta digitalización no es buena. Hasta antes del coronavirus se podía renovar presencialmente, no como una opción, y te marchabas a casa con el carné. Así de simple. Y no creo que el club se ahorre mucho dinero por perder el valor de lo presencial.

Hoy se volverá a vivir las colas de ayer en Siete Palmas. Los que aún no lo hayan hecho, mejor que asistan con gorro, una botella de agua y se armen de paciencia. Las personas mayores no se merecen semejante bochorno.

Esperemos que el equipo aprenda la lección. El descontento en la afición es monumental al respecto. Que en el verano de la próxima temporada se retorne a lo presencial, y que renueve por internet el que así lo desee. Nadie merece pasar por estas dilaciones indebidas junto al estadio.

Dicho esto, el sábado vuelve la liga. Y el conjunto amarillo lo hace compitiendo entre los grandes. Contará con 25.037 abonados. Apenas quedarán entradas libres para un campo cuyo aforo ronda los 32.000 asientos. La Unión Deportiva Las Palmas tendrá más abonados que lo que era el Estadio Insular lleno. De este modo es fácil comprender cómo la afición se ha entregado. Por eso errores como el de la entrega de los abonos no son de recibo. Y con suficiente antelación y con el envío por vía postal, más recuperar lo presencial para la tramitación de la renovación, tiene solución. Solo es ponerse. Que Miguel Ángel Ramírez lo tenga en consideración para la siguiente campaña. Y que esta, otra vez, sea en Primera División. Antes, desde este sábado, tocará bregar para que así sea. Nadie regala nada. Costará esfuerzo. Pero ilusión hay y mucha. Habrá gran ambiente desde la primera jornada.