
El Consorcio de Emergencias de Gran Canaria envía un módulo de respuesta al incendio de La Palma que el ente preparó en cuanto recibió la preceptiva solicitud del Gobierno de Canarias.
El contingente ha sido diseñado para la defensa de áreas de interfaz, es decir, urbano-forestales, y está formado por dos autobombas ligeras, una pesada (cisterna), más tres vehículos ligeros, ocho bomberos, dos cabos y un suboficial.
El objetivo era salir vía marítima desde Agaete en cuanto fuera posible y lo ha hecho en el barco de Fred Olsen de las 16.00 horas, que la compañía ha retrasado en torno a 20 minutos para poder transportar a los equipos llegados desde los parques de Arucas, Telde y Arinaga. El fin es incorporarse cuanto antes a las labores de defensa tanto de viviendas como de infraestructuras públicas que se pudieran ver amenazadas dados los medios materiales del servicio y la capacitación del personal del Consorcio.
Se trata de una labor que ya efectuaron los bomberos del Consorcio en incendios como el de 2020 en Tasarte, donde se adelantaron al fuego para posicionarse y defender las viviendas, así como acudir a extinguir las que quedaron prendidas en cuanto pasó el frente de llamas.
Su presencia en incendios como el declarado en La Palma está particularmente indicado porque las áreas de interfaz son en las que pueden prestar un servicio más productivo no solo por ser su especialización, sino por sus equipos de protección individual (EPI) de fuegos estructurales con equipos de respiración autónoma, lo que les permite permanecer anclados en ambientes hostiles de hasta 600 grados de temperatura con el fin de minimizar daños.




























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