El deterioro en las vías de los barrios alejados

Gestionar correctamente el espacio público es un área de intervención estratégica de los equipos de gobierno, pero no solamente en los cascos centrales y en las zonas más bonitas del municipio. Que las personas tengan mejor calidad de vida, gracias a mejores infraestructuras, pasa porque los equipos de gobierno revisen los planes de barrios y no atiendan únicamente al embellecimieto y el dotar de infraestructuras al casco histórico (San Juan) o los núcleos más poblados del municipio. Los barrios y las zonas periféricas existen y a veces se nos olvida que allí también viven personas mayores, niños y colectivos vulnerables que necesitan las infraestructuras básicas y recursos de todo tipo para tener una mejor calidad de vida, aunque no sean las zonas más estratégicas y transitadas de Telde.

Nosotros, en la alianza en la que vamos unidos CC –CCD al Ayuntamiento de Telde, nos planteamos de cara a la próxima legislatura lo siguiente para los barrios alejados: ¿Cómo podemos reactivar y mejorar la calidad de vida en los barrios alejados mediante intervenciones en el espacio público para que conserven a su población o atraigan a más personas a vivir en estas zonas? La respuesta que hemos obtenido de nuestras reuniones de equipo de cara al próximo mandato es empezar mejorando lo que creemos que más falta hace: que el estado de las carreteras sea óptimo, algo que consideramos básico para que la vida en estos barrios menos poblados fluya de manera normal.

Vecinos de los barrios teldenses de La Era (Cazadores), La Breña, La Gavia, La Solana, Valle Casares o El Palmital saben de lo que hablo porque ellos mismos nos invitan a pasear por sus calles para darnos cuenta de que la movilidad, algo tan importante y básico para que los vecinos tengan sus accesos garantizados y la comodidad para el tránsito, está deteriorado. Al abandono casi. Los planes de barrios no pueden desarrollarse solamente para las zonas metropolitanas. No obliguemos a los vecinos de los barrios que quieren seguir viviendo en sus lugares naturales a verse obligados a irse porque no cuentan, digamos, con “los servicios mínimos” en infraestructuras.

En términos generales, un mejor plan de barrios incluye muchos aspectos más: más infraestrcturas culturales y deportivas; parques infantiles; centros sanitarios y sociosanitarios; una red de saneamiento y alcantarillado en condiciones; alumbrado de calles y un largo etcétera, pero sabemos que el estado de las carreteras y de las calles corre más prisa. Lo otro vendrá después.

Que las carreteras y calles sean más seguras para conductores y peatones, donde entra el asfaltado de los firmes, renovar la señalética en el pavimento y en verticalidad, colocación y renovación de semáforos, mejorar el alumbrado de las carreteras para mejorar la visibilidad nocturna; todas son actuaciones que se echan de menos en estas barriadas y que los vecinos de estos barrios alejados de Telde claman al cielo.  

El incremento de la población urbana en estos núcleos más alejados origina nuevos desafíos a los gobiernos locales para poder garantizar los servicios básicos necesarios a los ciudadanos, pero la infraestructura necesaria para la movilidad ahora mismo es urgente.

Muchas veces se puede pensar que la mejora de la movilidad urbana pasa simplemente por la ampliación de las vías disponibles para el tráfico de vehículos colectivos y particulares, pero en estos barrios se requiere un planeamiento urbano que incluya un diagnóstico generalizado de la movilidad, así como líneas de acción para cada uno de los frentes de este sector, yendo a cada necesidad, a cada detalle, como lo es poner una farola en tal sitio. Dentro de esta aproximación, se debe incluir todo un capítulo sobre las vías prioritarias a mejorar y no tanto la necesidad de nuevas construcciones (que eso iría de la mano del aumento de población), sino más bien la gestión, conservación y mejora de las vías existentes.