El Valle de Jinámar sigue siendo el principal foco de la quema de contenedores

TELDEACTUALIDAD
Telde.- El vandalismo sigue siendo un azote para los servicios de limpieza y los contenedores de recogida de basura en la ciudad de Telde, y el Valle de Jinámar se lleva la palma. El pasado 2018 se cerró con 80 recipientes calcinados por el gamberrismo, lo que supone un quebranto económico de más de 70.000 euros. Y más de la mitad ardieron en este barrio.

Las fuerzas y cuerpos de seguridad y los servicios municipales de Telde llevan años luchando contra la quema intencionada de contenedores. Y a pesar de que el pasado 2018 no fue de los peores, este tipo de vandalismo supuso daños por valor de 71.082,58 euros.

Este es el coste que el departamento de Limpieza que comanda el edil Eloy Santana (Nueva Canarias) atribuye a los 80 recipientes de basura que el pasado año sucumbieron en Telde pasto de llamas.

Y una cifra importante, concretamente 43, en el Valle de Jinámar. Este es sin duda el principal foco en la ciudad, muy por delante de otros barrios en los que también ardieron contenedores como Los Llanos (9), La Pardilla (7), Lomo Cementerio (4), Las Rosas (3), Lomo Bristol (3), San Antonio (2), La Garita (2), Casas Nuevas (1), Balcón de Telde (1), Lomo Blanco (1), Hornos del Rey (1), Las Huesas (1), Las Remudas (1) y San Juan (1).

Los peores meses fueron mayo, con 16 receptáculos destruidos, y agosto y diciembre, con 10 cada uno.

Por tipología, 14 corresponden a contenedores destinados al reciclaje de envases y 66 a residuos sólidos urbanos. Y por volumen de carga, se quemaron 2 con capacidad de 3.200 litros (que con un precio de 1.850 euros cada uno son los más caros); 56 de 2.400 litros (1.115,61 euros) y 22 de 1.000 y 800 litros (223,11 euros).

Según el contrato del servicio de recogida de basura que el Consistorio tiene suscrito con la empresa Fomento de Construcciones y Contrata (FCC), existe un cupo del 10 % para la reposición gratuita por la quema de contenedores. Si se supera, son las arcas municipales las que corren con el desembolso. En 2018 hubo suerte y este umbral no se rebasó.

Más de medio millón de euros en diez años
Desde el año 2011 se han tenido que reponer más de 500 depósitos debido a los actos vandálicos, por lo que el coste económico supera ampliamente el medio millón de euros. El año 2016 es de los peores años que se recuerdan, con más de un centenar.

La colaboración ciudadana, fundamental

En más de una ocasión se ha logrado detener a los autores de estos hechos. Pero no siempre se corre con la misma suerte. Debido a la dispersión geográfica del municipio, a que la mayoría ocurren en horario nocturno y a escasez  de efectivos policiales muchas veces consiguen huir, por lo que la colaboración ciudadana resulta indispensable para apresar a estos vándalos y poner fin a este tipo de comportamientos.