Un PP que enturbia

Durante la Presidencia de Mariano Rajoy operó la ‘policía patriótica’. ¿Qué es esto? La utilización de los recursos públicos del Ministerio del Interior para perseguir a contrincantes políticos. ¿Quiénes fueron los perjudicados? Unidas Podemos y el independentismo catalán.

A las cloacas del PP que operaban con Jorge Fernández Díaz como ministro del Interior, hay que sumarle los medios de comunicación con sede en Madrid que se prestaron a dar cobertura a la difusión de falsedades sobre los dirigentes de la izquierda y del secesionismo catalán. Una práctica totalmente antidemocrática que trabajó como un GAL mediático. Los contactos entre la cúpula del Ministerio del Interior de entonces con la Audiencia Nacional, en que se refleja la instrumentalización de periodistas que se prestan a ello, es un episodio más de un PP que esgrimió a fondo las cloacas del Estado en detrimento del imperio de la ley.

Jorge Fernández Díaz dio cobertura a una estratagema que puso en peligro los cimientos de la democracia, a la par que hizo un daño enorme a los representantes de Unidas Podemos y de las siglas independentistas catalanas. Bajo el pretexto patriotero, la ‘policía patriótica’ socavó el Estado de Derecho. Y toca depurar responsabilidades judiciales y políticas.

La falta de pudor del PP con tal de conservar el poder o lograrlo como sea, no tiene un pase. Un estilo torticero e ilegal al que se le une ahora el ‘trumpismo’ mediático. Precisamente, hace unos años (con Mariano Rajoy en La Moncloa) se valieron de ciertos terminales mediáticos en Madrid para llevar a cabo semejante dislate de operación chovinista. Y como en el presente no les vale, se les queda corto, emplean a machamartillo ese ‘trumpismo’ mediático en el que todo vale con tal de lograr su objetivos. Antes o después, como ha acontecido con la ‘policía patriótica’, se les volverá en contra a los populares.

Las presuntas tramas parapoliciales de Jorge Fernández Díaz, falta conocer el desenlace judicial, hay petición de cárcel al exministro y otros, son escandalosas. Es todo un GAL refinado. No matan a tiros a las víctimas sino trataron de ‘matarlas’ civilmente. Y hay medios de comunicación que compraron esa bazofia destinada a perjudicar el prestigio de personas físicas y de los partidos a los que pertenecían.

A lo que hay que agregar el uso de dinero público para espiar al extesorero del PP Luis Bárcenas. Se utilizó recursos de todos para intentar encubrir la propia corrupción de los populares. La ‘policía patriótica’ y la ‘operación Kitchen’ son dos episodios del PP vergonzantes del todo. Y constituyen un respeto nulo a las reglas del Estado de Derecho y, por ende, de la democracia.