Casa África y el Sáhara

Es incomprensible el olvido perpetuo que Casa África hace de la descolonización pendiente del Sáhara Occidental. No es que lo aborde de cuando en cuando, que tampoco, es que es un silencio clamoroso que, desde luego, no es casual. Siendo la única colonia africana pendiente de su proceso de descolonización, un territorio del que España es potencia administradora, Casa África no organiza ni jornadas ni foros al respecto; estando a poco más de cien kilómetros la sede en Las Palmas de Gran Canaria de la costa saharaui.

Debe haber normas tácitas desde Madrid desde que se creó. Casa África está adscrita al Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. Por tanto, lo tiene todo para conocer y difundir una problemática irresuelta desde mediados de los años setenta. Podría decirse que, por aquello de que Madrid no quiere molestar a Rabat, no sea el Sáhara Occidental el tema constante (que también podría serlo, faltaría más) pero de ahí a la irrelevancia invariable, hay un trecho que no es casualidad.

¿Cómo este silencio de Casa África cuando hay una guerra entre Marruecos y el Frente Polisario? ¿Cómo va a quedarse callada Casa África ante algo que está sucediendo al lado de Canarias y donde están muriendo personas? Por no mentar la violación de los derechos humanos en los territorios ocupados por parte de Rabat. Con la omisión no se ayuda. Todo lo contrario, es una complicidad (la de obviarlo todo) que favorece a Marruecos.

El XVI Congreso del Frente Polisario ha recordado el ‘volantazo’ (traición) de Pedro Sánchez al aupar la posición marroquí de otorgar autonomía a los saharauis porque Estados Unidos ha provocado la situación al calor de la guerra en Ucrania y los cambios geopolíticos que ha originado. En realidad, cuando traicionas algo es porque antes (supuestamente) lo has apreciado y les ha sido fiel. Por el contrario, el asunto saharaui nunca ha estado en la mente de Pedro Sánchez y si Rabat le pedía el giro, este ha cumplido y listo; por mucho que en los campos de refugiados en Tinduf (Argelia) clamen al cielo. Ni siendo líder de la oposición en los años de Mariano Rajoy ni ahora como jefe del Ejecutivo ha mostrado una inquietud natural hacia lo que acontece en el Sáhara Occidental. Y le ha sido indiferente, siguiendo la estela promarroquí de Donald Trump, el coste electoral que puede tener para el PSOE; especialmente en Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote. El Congreso de los Diputados dejó claro su rechazo a la política exterior en este ámbito de Sánchez. Pero este no ha reculado desde entonces.

Pronto se conocerá la sentencia del Tribunal de Justicia Europeo (TJUE) a cuenta de la pesca y los recursos naturales que son explotados por Marruecos sin el consentimiento del pueblo saharaui. El TJUE este 2023 puede reafirmar lo que ya dijo en 2021: el acuerdo de pesca no le pertenece a Marruecos. En Canarias algunos participan diariamente en la usurpación de los recursos saharauis para hacer negocio. Mientras tanto, la guerra sigue presente y muy cerca de las islas. Aunque no abra los telediarios.