La Policía Nacional trata de localizar a la joven que causó daños a la histórica fuente de San Francisco

La Policía Nacional ha abierto una investigación para tratar de identificar a la joven que días pasados se intentó subir a la histórica fuente del núcleo monumental de San Francisco ocasionándole importantes daños.

El titular de la Concejalía de Parques y Jardines, Álvaro Monzón, tras tener conocimiento del hecho por lo publicado este lunes por TELDEACTUALIDAD, presentó esta mañana una denuncia en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de esta ciudad por los destrozos causados a este surtidor, una pieza de cantería gris diseñada en 1967 por el artista José Arencibia Gil.

Los agentes policiales están ya sobre la pista de la menor, estudiante de un instituto del casco de Telde, que se subió a la fuente y se cayó sobre el empedrado al doblarse la espina del surtidor. Obra en su poder el video que ha sido divulgado en las redes sociales por las amigas de esta chica y en el que se ve claramente su aspecto físico y rostro, lo que ayudará a su identificación en las próximas horas.

Esta gamberrada ha provocado una gran indignación entre el vecindario de San Francisco y también en el área que tutela el edil Álvaro Monzón, que ha señalado a TELDEACTUALIDAD que técnicos de su departamento está evaluando el coste de los daños ocasionados al vaso superior y tubería interior del surtidor enclavado en un entorno declarado Bien de Interés Cultural, por lo que a la joven se le podría abrir un expediente sancionador por un delito contra el patrimonio histórico-artístico.

Los vecinos sostienen que “lo ocurrido con la fuente no es sino un ejemplo del vandalismo al que está sometido el barrio, un día y otro también. La falta de vigilancia es más que evidente y del deterioro del lugar, también”.

Argumentan que ellos intentan vigilar y controlar “a los vándalos, jóvenes entre 14 y 25 años, pero sin control policial, la efectivad es muy baja”.

Los residentes denuncian el conjunto histórico de San Francisco sufre las gamberradas de estos jóvenes con mucha frecuencia. “Llenan los muros de grafitis, rompen puertas y ventanas para entrar en casas deshabitadas, arrancan plantas y arrojan y rompen botellas de bebidas contra el suelo y así un largo etcétera”.

“Hace 20 años que nos prometió la instalación de cámaras de vigilancia conectadas a la Policía Local tanto en la plaza del Convento como en la de Los Romeros, pero todo quedó en una promesa”, añaden portavoces vecinales que la pandilla de jóvenes que merodean por el barrio se aprovechan del “abandono institucional” para cometer sus fechorías contra el patrimonio histórico.